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Las obras de remodelación del Paseo Marítimo de Palma, que desviará parte del tráfico portuario y lo dotará de más espacio peatonal y de esparcimiento, podrían comenzar en 2021, según prevé la Autoridad Portuaria de Baleares, que calcula que estarían finalizadas en unos tres años.

Las obras, con una inversión de la APB de 32 millones, y por las que el Ayuntamiento de Palma asume el coste de 1 millones de euros anual durante 4 años para mantenimiento, suponen intervenir sobre 3 kilómetros y algo más de 160.000 metros cuadrados de superficie, así como la renovación de las redes de infraestructuras de la zona.

El objetivo de las obras es que el Paseo Marítimo deje de actuar como «barrera» entre la ciudad y el mar y «recuperar este espacio que ahora no es muy agradable y que muchos ciudadanos han abandonado», ha asegurado el alcalde de Palma, Jose Hila, en la rueda de prensa de presentación del convenio bilateral entre el ayuntamiento y la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) para hacer posible la remodelación.

Según Hila, «donde ahora hay una barrera de coches, aparecerá un nuevo Paseo Marítimo más pacificado, más verde y más espacioso».

«Romperemos la barrera que ahora es la autopista, los carriles de circulación y acercaremos la ciudad al mar. La actuación contempla 160.000 metros cuadrados, pacifica el tráfico, amplía las aceras, incorpora recorridos para bicicletas y peatones, crea nuevos espacios y renaturaliza el Paseo Marítimo», ha detallado Hila.

El alcalde ha justificado la necesidad de esta intervención en que «una ciudad mediterránea no puede estar separada del mar» y ha asegurado que las obras cambiarán la fachada pero también «el futuro» de Palma, para lograr «una ciudad más sostenible, con más espacio para la ciudadanía y más humana».

El principal cambio del proyecto es que el Paseo Marítimo mantendrá los tres carriles en cada sentido en las intersecciones «como ahora, y tendrá dos en el resto, que será la novedad para ganar espacio para los peatones», ha detallado el presidente de la Autoridad Portuaria de las Islas Baleares, Joan Gual de Torrella.

Ha explicado que el proceso administrativo ha sido largo, como también el proceso de debate sobre cómo tenía que ser el proyecto, y ha admitido que la mayor complejidad ha sido abordar «las dudas» que generaba el proyecto acerca de los efectos sobre la movilidad.

Gual de Torrella ha subrayado que el estudio de movilidad que se ha llevado a cabo concluye que «el impacto sobre la movilidad es mínimo» y la obra «no causa ninguna saturación de la ciudad».

Ha insistido en que «el tráfico queda exactamente igual», de las tres vías que hay en cada sentido, se mantienen las tres en las conexiones con la ciudad en las zonas de Monseñor Palmer, avenida de Argentina y Costa de la Pedrera.

Una vez aprobado el proyecto por el consejo de administración de la APB y ratificado este jueves por el pleno del Ayuntamiento de Palma, el convenio se remitirá al Ministerio de Hacienda como propietario del dominio público para una tramitación que puede finalizar en un mes.

Según Gual de Torrella, «la idea de la APB sería licitar las obras el último trimestre y comenzarlas en 2021, esa es la planificación teórica».

La concejala de Infraestructuras y Accesibilidad, Angélica Pastor, ha detallado que la parte municipal de la obra comprende 6.300 metros cuadrados y ha destacado que con ella el Paseo Marítimo «abandona la misión de vial de alta capacidad para servicio portuario y de tráfico rodado y se incorpora al uso y esparcimiento de los ciudadanos».

Pastor ha recalcado que «no sólo es un cambio estético, también interno porque se renuevan y refuerzan infraestructuras que no se ven, dando solución a tradicionales problemas como la carencia de evacuación de pluviales, el tratamiento de aguas freáticas, salida hacia el mar de los cauces de los torrentes, alumbrado de bajo consumo y ata eficiente, puntos de recarga eléctrica, y equipamiento de zonas de eventos y de ocio ciudadano».

En conjunto supondrá «la mayor renovación de redes de servicios urbanos en este ámbito en 30 años».

La concejala de Modelo de Ciudad, Vivienda Digna y Sostenibilidad, Neus Truyol, ha destacado que supondrá que «gran parte del tránsito que llega del puerto se desvía hacia la autopista» y el resultado será «un recorrido lineal muy interesante para el paseo», donde además se generarán tres puntos de puntos de encuentro: uno delante del Auditorium, otro frente a la Cuarentena y otro delante de la plaza de Santo Domingo de la Calzada, «tres espacios revalorizados, con mejor paisaje urbano y más cómodos para los vecinos».