Sonia Vivas, durante una entrevista concedida a este diario. | Teresa Ayuga

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El Ajuntament de Palma ha contratado habitaciones en un residencial comunitario para complementar las plazas que tiene el Servicio de Acogida Municipal (SAM) a víctimas de violencia de género de Palma ante la previsión de que una vez que se levante el estado de alarma «aumenten de forma exponencial» las denuncias y las peticiones de acogida.

La regidora de Justícia Social, Feminisme i LGTBI, Sonia Vivas, explicó este lunes que se han contratado 19 plazas ampliables hasta la cincuentena, y las cinco primeras ya fueron ocupadas ayer mismo por mujeres que estaban en el SAM pero que no cuentan con medidas cautelares. Las nuevas plazas suponen un gasto inicial de 14.725 euros y la previsión es que esta medida se prorrogue hasta finales de año.

El real decreto 12/2020 de 31 de marzo de medidas urgentes en materia de protección y asistencia a las víctimas de violencia de género insta a adoptar las decisiones necesarias para garantizar la prestación de los servicios esenciales y el mantenimiento de las funciones sociales básicas, la salud, la seguridad y el bienestar social. De acuerdo con ello, Vivas decidió concertar de forma urgente nuevas plazas «que permitan poder atender de manera óptima a todas las mujeres -y sus hijos- que se dirijan a este servicio municipal».

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Según la regidora «desde el Ajuntament nos quisimos adelantar y antes de que se aprobase el decreto nosotros ya trabajábamos para poder garantizar una necesidad que sabemos que se dará».

El SAM cuenta actualmente con un centro de día con 29 plazas distribuidas en 14 habitaciones, además de 4 pisos con una capacidad total de 18 plazas, donde se ofrece una acogida temporal que suple al hogar de las mujeres víctimas de violencia de género y sus hijos , ya sea porque no tienen domicilio donde vivir o porque lo han tenido que abandonar por razones de seguridad.

Normalmente estas plazas son suficientes para dar cobertura a las necesidades, pero el objetivo es evitar que el servicio se vea desbordado tras el confinamiento.

Desde el inicio del estado de alarma, explicó Vivas, las denuncias han bajado (un 40 % a nivel nacional), pero han aumentado (un 18 %) las llamadas al 016 «porque ahora mismo las mujeres que padecen esta situación están preocupadas por dónde se las puede llevar y no denuncian, digamos que la violencia se ha vuelto a meter dentro de casa». Pero cuando esto acabe, añadió, «sí se prevé un aumento de las denuncias y entonces habrá que estar preparados para tener los recursos suficientes para coger a estas mujeres».