Vista general del barrio de es Jonquet, en el centro de Palma, y sobre el que trabajan los técnicos de Cort. | Pere Bota

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El año termina sin que el Ajuntament de Palma haya aprobado el Plan Especial de Protección (PEP) de es Jonquet que, desde hace casi un año, está a la espera de un último informe preceptivo, el de Recursos Hídrics. Aunque la previsión de los responsables municipales es aprobar este plan en el primer trimestre del año próximo, lo cierto es que podría retrasarse un poco más, pues es posible que se deba realizar otro estudio de inundabilidad.

«Desde Recursos Hídrics ahora nos piden que necesitan un estudio de inundabilidad a más años vista, de más proyección de futuro», admite la regidora de Model de Ciutat, Neus Truyol.

Aunque la zona de es Jonquet está elevada, «Recursos Hídricos marca que para todos estos proyectos necesitan su informe y aunque se han hecho diferentes estudios de inundabilidad, parece que no es suficiente», explica la edil.

Sin garantías

Por eso, si bien Truyol afirma que «nuestra previsión es que el plan se apruebe el primer trimestre del próximo año» debe admitir que «no lo tenemos garantizado porque dependemos de ese informe. Nosotros estamos insistiendo mucho para que nos manden lo antes posible el informe, pero si al final tenemos que hacer ese otro estudio a más años vista supondrá un tiempo extra, aunque trataremos de ser lo más ágiles posibles».

Evidentemente el resultado de este informe puede suponer nuevos ajustes o cambios en el proyecto «por eso aún no podemos garantizar al cien por cien que se apruebe a lo largo del primer trimestre», reconoce.

A partir del momento en que se apruebe el plan quedará delimitado el desarrollo urbanístico que puede darse en este barrio, es decir que todos los proyectos de reforma o ampliación de viviendas tendrán que cumplir con los criterios que marque este PEP para la conservación de las características propias de es Jonquet.

El PEP redactado por el Pacte contempla que los dos molinos de es Jonquet que son de titularidad privada y están en ruinas, calificados hasta ahora como equipamientos socioculturales y recreativos privados, al final se podrán convertir en viviendas.

El plan contempla, además, dos grandes proyectos que modificarán el barrio sustancialmente. Por un lado, en el solar que hay tras el Mar i Terra, propiedad de Acciona, se edificarán tres edificios de viviendas, y en el solar de Rentadors, otras dos. Respecto al molino que acoge una discoteca, los vecinos defendían que se despejase para que se pudiese ver bien, pero en la parte que da a la plaza se podrá construir un edificio de una planta adosada al molino, donde probablemente habrá un restaurante.