La escasez de viviendas sociales llevó al Consistorio a abrir un concurso para adquirir pisos de particulares. | Pere Bota

TW
15

La emergencia habitacional que padece la ciudad y las personas en situación de vulnerabilidad no son compatibles con el ritmo de las administraciones y en el caso de Palma es una evidencia. Más de medio año después de que el Ajuntament abriera un concurso para la adquisición de pisos de particulares que pudieran complementar los servicios de acogida municipal, las únicas dos viviendas que fueron ofertadas, de las que Cort informó en el mes de junio pasado, siguen vacías y sin que se sepa si van a ser adquiridas por el Consistorio.

Desde el área de Urbanisme se explica que «actualmente se ha finalizado el informe social y se está realizando el informe técnico de estas viviendas para poder convocar la mesa de contratación». Esta mesa es la que deberá decidir si las viviendas ofrecidas cumplen los requisitos establecidos y, por tanto, se pueden adquirir o no por parte de Cort.

En total se presentaron tan solo dos ofertas de viviendas «que aún están siendo estudiadas por técnicos del Consistorio, precisamente para realizar este informe», reconocen desde el área. Se añade que «se trata de una tarea compleja y que lleva tiempo de dedicación, porque se deben analizar bien las características técnicas de los pisos para que pasen a ser de titularidad pública».

El problema, se admite desde fuentes municipales, es «la falta de técnicos», que ha provocado que esta valoración se esté retrasando «más de lo que nos hubiera gustado».

El objetivo era adquirir pisos a ciudadanos particulares para ser destinados a estancias temporales de familias vulnerables y víctimas de la violencia de género. Esta iniciativa debía servir para ampliar, mientras se construyen nuevas promociones, el ‘stock’ de viviendas sociales que se tienen, que es de alrededor de 400 pisos, todos ocupados en estos momentos. Para ello, se destinó un presupuesto de 950.000 euros provenientes de la Ley de Capitalidad. El Ajuntament había previsto que a través de este concurso se pudieran comprar unos diez pisos, objetivo que no se ha cumplido.