Momento de la concentración en la plaza de Cort de Palma en protesta por la gestión en la residencia la Bonanova. | M. À. Cañellas

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La asociación 'Amics dels Llaços Grisos' ha pedido al Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) un «proyecto de reconversión» de la residencia de la Bonanova ante su «deficiente y pésima gestión» que, según han alertado, «favorece a los continuos conflictos» que se producen en el edificio público.

La presidenta de la asociación, Maria Torres, ha explicado que La Bonanova atiende actualmente a personas mayores y, asimismo, a personas en exclusión social, por lo que ha abogado que a «se dedique exclusivamente» a atender este segundo colectivo.
En este sentido, Torres ha propuesto que se planteen ayudas que «potencien la autonomía» de las personas mayores, además de centros de día y residencias «pequeñas» con una capacidad máxima de 120 personas. «Como dijo la consellera de Asuntos Sociales, Fina Santiago, más grandes son inhumanas», ha explicado.

Concentración en Cort

La Asociación había convocado para este miércoles una concentración en la plaza de Cort de Palma «en contra de la mala y represiva» gestión de la residencia, si bien no ha llegado a una decena de participantes, según la presidenta.

Torres ha reconocido que «le ha sorprendido la falta de participación y de conciencia» ante lo que es, a su juicio, un «problema tan importante como para salir a la calle y reivindicar».

Según ha explicado, en la residencia «se han sufrido casos de agresiones sexuales a mujeres indefensas y vulnerables por parte de un auxiliar de enfermería», además de casos de suicidios «a causa de la desesperación de sus situaciones».

«La gestión es nefasta, con carencia de humanidad, sensibilidad y empatía hacia los centenares de personas mayores que malviven con deficiencias y con atenciones pésimas de higiene, brotes de sarna reincidentes, numerosas caídas», ha argumentado.

Asimismo, Torres ha criticado que es «opaca y restrictiva» y ha considerado que, ante todas estas situaciones, los políticos «guardan un silencio sepulcral» que, a su parecer, «ha quedado reflejado en la sociedad con la casi nula participación de esta movilización».