El mercado de es Camp Redó se puso en marcha en el año 1972 y desde entonces ha sido uno de los polos de atracción comercial de la zona en torno al producto fresco y de calidad. | Pere Bota

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Cort cambia de planes por completo tras quedar desierto el concurso para la gestión del Mercat Municipal del Camp Redó, cuya concesión finaliza el 31 de diciembre. El Ajuntament asumirá la reforma de las instalaciones y las gestionará de forma directa, ofreciendo una licitación individual para cada puesto, a un precio de alquiler asequible, a 5 ó 10 años, según estimó el regidor de Promoció Econòmica i Ocupació, Rodrigo Romero, quien reconoció que aún se debe decidir. Romero explicó, no obstante, que la intención del Consistorio es que los años de concesión no sean los mismos para todos los puestos, «pues no queremos que llegue un año concreto y se tengan que renovar todos a la vez».

El proyecto de reforma del mercado, que está a la espera de que se destinen dos millones de euros provenientes del Impuesto de Turismo Sostenible (ITS), incluye la creación de un Aula Gastronómica en la planta baja con la intención de que sea utilizada en la promoción de los productos de temporada, especialmente locales, y la difusión de la cultura culinaria balear.

Esa misma planta (1.510 m2) contiene dos tipos de puestos: nueve locales con escaparate y accesos hacia la calle y 32 puestos propiamente del mercado a los cuales se puede acceder desde el interior. En el patio exterior se encuentran diversos almacenes donde se guarda parte del género. Estos almacenes se sitúan junto a la pared que separa el edificio del BIC conocido como ‘Molí d’en Carreres’, parte de la Síquia de la Vila.

Pues bien, el proyecto contempla la eliminación de los almacenes del patio exterior para poder ofrecer una visión completa del BIC ‘Molí d’en Carreres’ desde el interior del mercado, con la posibilidad de abrir al público el patio en forma de terraza. También se integrarán los locales con acceso directo desde el exterior y se destinará una sala a ludoteca.

Este conjunto de actuaciones supondrá reducir el número de puestos desde los 41 actuales a una cantidad por determinar, alrededor de los 30 puestos.

En la primera planta se dispone de 676 m2. En la actualidad se ubican los almacenes principales del mercado. En este espacio se ubicarán salas acreditadas para la formación con Certificados de Profesionalidad en las especialidades de Carnicería y Pescadería. En Balears, especifica el proyecto, «no existe ningún centro de formación ocupacional que pueda ofrecer una formación con Certificados de Profesionalidad en Carnicería, Pescadería y Auxiliar de Comercio». Así, «la oportunidad de tener un espacio en el que convivan un mercado y unos espacios formativos vinculados directamente a la actividad del mercado ofrece unas sinergias que no pueden obviarse».

Para ello se deberán derribar los tabiques actuales y realizar una nueva división del espacio adecuado a las necesidades formativas, incluyendo aulas, obradores, almacenes, cámaras frigoríficas, etc.

Embellecimiento de la fachada

El estado de la estructura del edificio es adecuado, pero se requieren actuaciones de accesibilidad, embellecimiento y en pos de la eficiencia energética. Para ello, entre otras cosas, el proyecto contempla embellecer la fachada e instalar placas solares en la cubierta. Además, se deberá adecuar a la normativa de accesibilidad y seguridad el aparcamiento y recuperar también la rampa de salida.