Imagen de la construcción del colector interceptor, que paliará en parte el problema de los vertidos.

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La separación de las redes de pluviales y fecales en Palma es la medida más urgente y definitiva que Emaya debe ejecutar para evitar los vertidos contaminantes en la bahía de Palma, como así concluye un informe técnico.

En estos momentos, en Ciutat cerca de la mitad de la red está unificada y al no existir esta separación en origen –algo que, además, es obligatorio por ley– cuando llueve se genera un volumen extra de agua que no debería llegar a la depuradora y que provoca el desbordamiento de las infraestructuras. Solo las aguas fecales deberían llegar a la depuradora, mientras que la pluvial tendrían que ir directamente al mar.

Esta separación total podría haberse acometido con el dinero del canon de saneamiento, pero desde el año 2010 el Ajuntament no recibía de parte del Govern este canon que se aplica a la facturación de los consumos de agua potable de particulares y empresas y que supone unos 17 millones de euros anuales.

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Ahora, tras los continuos cierres de playas y las protestas generalizadas por parte de ciudadanos y empresarios de las zonas afectadas, el presidente de la empresa municipal, Ramon Perpinyà, insiste en que está previsto destinar los 26 millones de euros de la indemnización de la recogida neumática a esta separación de las redes de pluviales y fecales en zonas como el centro de Palma y el Polígono de Son Castelló. Según ha anunciado, esta separación se llevará a cabo antes de finalizar la legislatura. En estos momentos se está trabajando en los proyectos, pero no existe aún una fecha de inicio de los trabajos ni una estimación del coste necesario. No obstante, informes anteriores fijaban en cerca de 80 millones el coste de separar las redes en toda la ciudad.

Por el momento, el único proyecto que ya se está ejecutando para reducir los vertidos es la construcción de un colector interceptor, que conducirá las aguas residuales y pluviales desde el centro de Palma hasta la depuradora del Coll d’en Rabassa (EDAR 2), y un nuevo depósito de laminación. Pero con esta actuación en ningún caso se evitarán los vertidos para siempre.

Los trabajos tienen un presupuesto de 22,6 millones, que se financiará a cargo del canon de saneamiento, que por fin ha recuperado el Ajuntament gracias al acuerdo conseguido con el Ejecutivo autonómico para destinar 35 millones de este canon a diferentes proyectos de mejora del sistema de saneamiento de la ciudad como son estas dos infraestructuras.

En relación a la separación de las redes, además de la actuación que tiene previsto acometer Emaya, la empresa municipal ha comenzado a promover la separación en origen de estas dos redes también en las viviendas, informando a vecinos, comunidades y administradores de finca y recordándoles la obligación de hacer la separación.