El recinto se inauguró en marzo del año 2007, y años después pasó a llamarse Velòdrom Illes Balears. | Miquel Alzamora

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El Ajuntament de Palma tiene aún pendiente de pagar cuatro millones de euros por el velódromo del Palma Arena que se construyó durante el Govern de Jaume Matas (PP). De hecho, Cort no tiene previsto saldar esta deuda hasta dentro de ocho años, en 2027.

El Consistorio palmesano formó parte junto al Govern balear del Consorcio que gestionó la construcción del velódromo. El Ejecutivo autonómico, en cambio, termina este año de pagar su parte de esta obra.

El concejal de Hacienda en el Ajuntament de Palma, Adrián García, explica que en estos momentos quedan todavía por pagar 800.000 euros en intereses y 3,2 millones en devolución de la deuda. García recuerda que el Ajuntament suscribió en su día un crédito de catorce millones de euros para abonar su parte y actualmente está pagando alrededor de 510.000 euros al año en amortización e intereses. La última amortización está prevista para el año 2027.

El responsable de las cuentas municipales declaró que «los políticos y gestores del dinero público deben tener mucho cuidado antes de emprender determinados proyectos, como fue el del Palma Arena, un ejemplo que no debería repetirse nunca, pues por una mala planificación acabó multiplicando varias veces su coste final y es algo que vamos a estar pagando los ciudadanos durante veinte años».

El Ajuntament de Palma debe presupuestar anualmente las partidas comprometidas para hacer frente al pago de este préstamo, un dinero que «se podría estar destinando a otras necesidades de la ciudad», dijo el edil. García anotó que éste es el crédito más largo que tiene por pagar actualmente el Consistorio y es comparable solo al de otras grandes obras como la del Parc de ses Estacions.

El Palma Arena, inaugurado oficialmente el 29 de marzo de 2007, fue el proyecto estrella del Ejecutivo de Jaume Matas y su coste pasó de los 46,6 millones de euros inicialmente presupuestados a unos cien millones, un sobrecoste que dio lugar al conocido ‘caso Palma Arena’, investigado desde agosto de 2008, que ha sido uno de los casos judiciales contra la corrupción más importantes de la última década en Baleares. El velódromo ha sido rebautizado como Velòdrom Illes Balears para, precisamente, desvincularlo de esa corrupción.