Los báculos, colocados para una prueba, se retiraron este jueves por la mañana.

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La regidora de Infraestructures, Angélica Pastor, ha encargado a los técnicos que rediseñen los báculos para iluminar la Seu, ya que las partes afectadas los rechazan al considerar que son muy invasivos. Pastor se ha comprometido a modificar la iluminación de la Seu solo si cuenta con el visto bueno de la Catedral, Patrimonio Nacional, ARCA y los colegios de Arquitectos e Ingenieros.

Además, quiere resolver este asunto de forma rápida, en un par de meses como máximo, y si no es posible encontrar un modelo que contente a todas las partes destinará este dinero a mejorar la iluminación de los barrios. «No voy a dejar perder la inversión si no hay consenso; este presupuesto se tiene que destinar a un proyecto antes de final de año. Si no hay consenso destinaremos el dinero a los barrios», aclara.

Pastor precisa que sí se cambiará la del castillo de Bellver.

La directora de Patrimonio de la Catedral, Mercè Gambús, estuvo en la prueba de iluminación que se hizo el miércoles por la noche y considera que «los báculos tienen un efecto visual muy invasivo, que afecta al entorno ambiental entre la Seu y la Almudaina y se tiene que corregir».

En su opinión, «se debe encontrar una solución sin báculos, una iluminación no invasiva que respete el paisaje urbano del entorno». «Los báculos no son una solución y la iluminación se tiene que considerar en el conjunto». Además, agradece que el Ajuntament haya realizado una prueba de iluminación y la predisposición de la regidora para buscar el consenso en un proyecto que ya está aprobado. ARCA también rechaza la utilización de báculos o soportes verticales. «La prueba demostró que el impacto visual de los báculos es muy negativo, provocando una distorsión del paisaje urbano y del conjunto patrimonial», explican desde la entidad proteccionista. Además, recuerda que «es el conjunto patrimonial más importante de la ciudad». ARCA precisa que «el perjuicio es especialmente grave sobre la fachada de la Almudaina» y advierte que «también lo hubiese sido en la plazoleta de la Almoina, donde había prevista otra alineación de báculos y focos». La entidad proteccionista reclama que en el futuro no se vuelva a plantear una iluminación exclusiva de la Seu, sino que se considere todo el conjunto de la Catedral, Almudaina, Palacio Episcopal y la Muralla. «Solo un proyecto de conjunto, con la colaboración de todos los estamentos implicados, dará una buena solución», advierte.

Por su parte la junta de gobierno del Col·legi Oficial d’Arquitectes (Coaib) expone que «según el arquitecto Rubió Bellver, colaborador de Gaudí en las obras de la Seu, estamos ante uno de los edificios más importantes de la arquitectura religiosa europea. Toda actuación en la misma y alrededor deber ser tratada con el máximo rigor y respeto. Una mejora en la iluminación existente debería evitar una presencia excesiva capaz de anular o desvirtuar los valores arquitectónicos del conjunto, así como de su entorno». Por ello, cree que «tiene la suficiente entidad como para ser objeto de una mayor estudio o, en su caso, valoración de las actuaciones a realizar».