Carolina Peronneau, este viernes, antes de dar el cerrojazo al conocido establecimiento. | Jaume Morey

TW
8

Pagaba 1.105 euros al mes, pero Carolina Peronneau, que regentaba el bar Ca La Seu, en la calle de la Corderia, de Palma, no ha llegado finalmente a un acuerdo con la actual propiedad del emblemático edificio por lo cual «he decidido cerrar, aunque me quedan seis meses de contrato», confesaba este viernes Peronneau.

«No ha sido fácil llegar a final de mes y durante una década he disfrutado de mi trabajo. Lo llevo en la sangre, aunque ha sido muy duro, pero en estos 10 años he hecho una fiel clientela y muchos amigos», asegura Carolina quien abrió las puertas de Ca La Seu el 22 de abril de 2010.

Se ha comentado que la nueva propiedad de la finca de Ca La Seu pretende convertirla en pisos de lujo, algo que Carolina prefiere no comentar: «Me llevo muy bien con los anteriores propietarios. Estos no sé qué harán; prefiero ser prudente».

Antes de convertirse en bar, Ca La Seu fue una célebre espartería, considerada la tienda más antigua de Europa. El popular comercio abrió el año 1510 y cerró en 2009 al fallecer los hermanos Monserrat, solteros y sin herederos directos.