Los restauradores advierten de que se perderán puestos de trabajo y habrá pérdidas económicas importantes. | S. Amengual

TW
26

La Asociación Mallorquina de Cafeterías, Bares y Restaurantes ha presentado un recurso al Juzgado de lo Contencioso Administrativo en el que solicita que, mientras se resuelve, se acuerde la medida cautelar de suspensión del Decreto 6438 del Ajuntament por el que las terrazas de los restaurantes de La Llotja deben retirarse a las 23.00 todos los días de la semana. Hasta ese momento, el horario era de 07.00 a 00.00 horas de lunes a a jueves y hasta las 00.30 horas los fines de semana y vísperas de festivo.

La petición se sustenta en que esta medida «viene a suponer en la práctica el cierre de los locales de restauración, al no poder ofrecer cenas por tener que tener la vía totalmente desalojada a las 23.00 horas en plena temporada turística», ya que «una mesa, en verano, en Mallorca se ocupa, como pronto, a las 22.00 horas». Por eso, la aplicación del decreto implicará «la pérdida de un número importante de puestos de trabajo, además de unas pérdidas económicas millonarias que, de prosperar la acción sin haberse adoptado medida, serían reclamadas al Ajuntament».

Además de lo anterior, se recuerda que la duración media de un procedimiento de este tipo no inferior a cuatro años y que «La Llotja no puede aguantar este tiempo con sus terrazas cerradas por la noche» y, por tanto, supondría su «total degradación».

La demanda argumenta que la decisión de la regidora de Funció Pública i Govern Interior, Aurora Jhardi, de modificar a tal efecto la Ordenanza de ocupación de la vía pública fue «adoptada careciendo manifiesta, total y absolutamente del procedimiento legalmente establecido, y dictada por órgano manifiestamente incompetente». La solicitud deja claro que en que La Llotja es zona de cafeterías y restaurantes, «no de ocio nocturno ni hay ningún bar de copas». La limitación afecta a 18 locales y «ninguno de ellos ha sido nunca objeto de expediente alguno en materia de ruidos». Cort, se asevera, «no podrá aportar ningún acta sonométrica que motive una cuestión de orden y salud pública».

El recurso añade que la medida adoptada «no se ajusta a derecho». Se explica que el expediente administrativo mediante el cual se condena al cierre a los establecimientos «tiene 12 páginas» y «en ninguna de ellas hay el más mínimo informe, el más mínimo análisis, el más mismo rigor que justifique lo que hay: la voluntad de El Príncipe».

Se ha modificado una ordenanza municipal, asegura la demanda, «sin ningún informe que lo avale, sin seguir ninguno de los trámites preceptivos para la modificación de una disposición general, sin participación pública, sin información pública , sin informe económico financiero y sin análisis de alternativas». Lo único que hay, se asevera, es «voluntad política, y arbitrariedad».

El presidente de la patronal de Restauración, Alfonso Robledo, declaró este jueves que «esta modificación responde solo a motivos electorales de la regidora Jhardi». Robledo lamenta que este nuevo horario «está provocando el enfado de los clientes» y advierte de que «si ganamos el contencioso esto perjudicará mucho a las arcas municipales».

Multas a locales

Alfonso Robledo asegura que la Policía Local ya ha sancionado a algunos de los restauradores de la zona por incumplir el nuevo horario, que entró en vigor el pasado 15 de abril. «A las 23.05 ya están ahí para multar», critica. La limitación de horario para las terrazas afecta a los restaurantes de la zona comprendida entre la avenida Antoni Maura, la calle Apuntadors, la plaza Drassana, la calle Consolat y el Passeig de Sagrera.