Momento en que los agentes interponen la multa a un turista por comprar un producto de venta ambulante.

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La Policía Local de Palma ha interpuesto la primera multa a un transeúnte por comprar productos de venta ambulante ilegal en la vía pública, en cumplimiento de la nueva Ordenanza Reguladora del Uso Cívico del Espacio Público (ORUCEP), que entró en vigor a principios de año.

Según informaron fuentes policiales, esta primera sanción ha sido para un turista extranjero que fue sorprendido in fraganti comprando a un vendedor ambulante. La cuantía de la multa, que según la ordenanza puede oscilar entre los 100 y los 750 euros, fue la menor posible, es decir, 100 euros; «por ser la primera vez se impuso una sanción leve», se informa desde fuentes policiales.

Para lograr sancionar a esta persona, la Policía Local puso en marcha hace un par de semanas un operativo especial en la calle Pare Bartomeu Salvà de la Platja de Palma, más conocida como ‘calle del jamón’, en el que participaron agentes apuntados a la bolsa de horas voluntarias. Las fuentes policiales confirman que se tuvo que vigilar durante un par de horas con policías de paisano y con agentes de uniforme para poder levantar el acta.

El turista sancionado no pagó la multa en el acto, sino que tan solo se le entregó el acta y deberá pagarla más adelante. En este sentido, cabe recordar que la Policía Local está pendiente de la contratación de una empresa que se encargará de cobrar el mayor número posible de multas interpuesta a turistas por conductas incívicas o, como en este caso, por la compra de productos del ‘top manta’.

Ésta ha sido una primera actuación de vigilancia de potenciales compradores de venta ambulante ilegal, pero desde la Policía se anuncia que a lo largo de la temporada de verano se irán incrementando los controles tanto en referencia a los vendedores como a los compradores.

El objetivo de las multas, se destaca desde el cuerpo policial, no es recaudatorio, «sino que los potenciales clientes de esta venta no autorizada no compren estos productos, «que se conciencien de que no está permitido porque no es seguro y no se sabe dónde va el dinero».

Por eso, también se realizarán a lo largo del verano campañas para informar tanto a turistas como a residentes de la ilegalidad de comprar estos productos.

Ordenanza

La nueva Ordenanza Reguladora del Uso Cívico del Espacio Público establece nuevas normas en cuanto a lo que se puede o no hacer en la calle, pues además de sancionar a los compradores de la venta ambulante también contempla multas para las personas que practiquen el denominado balconing, a quien fomente y organice excursiones o fiestas etílicas, a los que molesten a los demás con el uso de bicicletas, patinetes y vehículos similares o a quien venda bebidas alcohólicas entre las 24 y las 8 horas, siempre que sea para consumir en la vía pública. El texto contempla las ya creadas Zonas de Especial Interés Turístico (ZEIT) y mejora la actuación ante el botellón, al establecer una diferencia entre concentraciones mayores y menores.