Uno de los cajeros automáticos integrado en un comercio | ARCA

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La Associació per a la Revitalització dels Centres Antics (ARCA) denunció este martes en la Gerència d’Urbanisme de Cort la proliferación de pantallas dinámicas de publicidad en las fachadas del centro histórico de Palma, así como de cajeros automáticos de bancos en las fachadas de cualquier tipo de comercios. «Ambos casos suponen una alteración de la imagen de las fachadas de la ciudad y una ocupación del espacio público inaceptable», declara Àngels Fermoselle, vicepresidenta de ARCA.

Las pantallas, apunta Fermoselle, «son recursos que las nuevas tecnologías permiten poner en fachadas de una manera económica, pero que implican una alteración del paisaje intolerable en cualquier parte de la ciudad, pero en especial en el centro y además está prohibido».

ARCA destaca que estas pantallas «suponen un impacto paisajístico enorme que incumple la normativa de Plan General, en relación a lo que puede haber en una fachada». Hasta ahora estos elementos se ponían dentro de las tiendas, en los escaparates, donde tampoco pueden estar porque alteran la percepción de la fachada, «pero estas últimas suponen una alteración de la fachada, es como si se hubiera abierto una enorme ventana», insiste Fermoselle. «Una ciudad que se respeta y se mima un poco no lo puede permitir, y quienes la administran tienen que preverlo y controlarlo», asevera.

Otra denuncia puesta sobre la mesa por la Associació per a la Revitalització dels Centres Antics es la cada vez mayor presencia de cajeros automáticos ya no en la fachada de entidades bancarias sino en la de cualquier tipo de comercios a cambio, es de suponer, de un pago por parte de esos bancos. Son las denominadas ATM, siglas en inglés de Automated Teller Machine, cajeros conectados informáticamente con un banco que permite efectuar al cliente ciertas operaciones bancarias como el cambio de divisas, por lo que están preferentemente enfocados a los turistas que visitan la ciudad. Ejemplos de la instalación de estos cajeros pueden verse en la vía Sindicat, en la plaça Porta Pintada o en la zona de la Plaça de Santa Eulàlia de Palma.

La portavoz de ARCA se pregunta «por qué tenemos que permitir la alteración del paisaje urbano y dejar que un negocio privado use la calle, es inaudito».

Poner límite

ARCA advierte a los responsables de Urbanisme de Palma que «esta tendencia tanto de las pantallas como de los cajeros automáticos en pantallas irá ‘in crescendo’ si no se le pone ya un límite absoluto y se actúa de oficio, la ciudad ha de vigilarse».

Aunque Fermoselle lamenta que «es como clamar en el desierto», deja claro que «es un tema que afecta a nuestra economía, a nuestro bienestar y es el Ajuntament quien tiene que velar por preservar la dignidad el espacio público». Los responsables de Cort tomaron nota de la denuncia presentada por ARCA ayer en la Gerència d’Urbanisme.