Un hombre, pisando un excremento. | Laura Pons Bedoya

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No recoger los excrementos de perro de la vía pública podrá ser sancionado con entre 750 y 1.500 €, misma multa que tendrán los dueños de mascotas que no diluyan la orina de los animales con agua en la calle. Estas son dos de las novedades de la nueva Ordenanza municipal para la tenencia y el bienestar de los animales de familia y domésticos en la sociedad urbana, que la próxima semana será aprobada inicialmente en el pleno y que se espera que esté en vigor antes de que termine la presente legislatura. Así lo ha declarado este miércoles la regidora de Ecología, Agricultura y Bienestar Animal, Neus Truyol, quién reconoció que la actual ordenanza está obsoleta y que debía actualizarse para estar a la altura de la concienciación y sensibilidad social que hay actualmente con respecto a los animales.

Otra de las novedades de la nueva ordenanza es que limita a 3 el número máximo de mascotas que se podrán tener en las viviendas plurifamiliares y a 5 en las unifamiliares.

El nuevo texto legal también toma medidas de cara al control de población de los animales. Así, todos los gatos con acceso a la vía pública deberán esterilizarse, al igual que los perros que viven en fincas rústicas. También existirá la obligación de esterilizar a los perros de razas consideradas peligrosas y todos los animales que se adopten en Son Reus saldrán del centro ya esterilizados, algo que actualmente ocurre con los gatos pero no con los perros. El objetivo de esta medida, según Truyol, es evitar la venta ilegal y el control de población. En este sentido también se prohibirá hacer intercambio de animales en espacios no reglados o a cambio de servicios, por ejemplo.

La nueva ordenanza también prohíbe tener animales encerrados en los balcones, lo que se considerará una falta grave, o tenerlos atados en las fincas.

También se incrementa la cuantía de las sanciones, así las leves hasta ahora suponían una multa de hasta 300 € y ahora será de hasta 750. Las faltas graves se penan ahora con hasta 750 € y la nueva ordenanza será de 700 a 1.500 y las muy graves ahora son hasta 1.500 € y con el nuevo texto pasarán a ser de entre 1.500 y 3.000 €. Serán faltas leves, por ejemplo, llevar al perro sin correa, sin microchip o no esterilizarlo. Se considerarán faltas graves que el animal entré en la zona de juegos infantiles de un parque, poner anuncios en la vía pública para la cría o venta de animales o no recoger los excrementos y no diluir con agua de la orina. Y se considerarán faltas muy graves todas las relacionadas con el maltrato o la tortura con los daños a los animales, salvo los casos que se deriven a la justicia.

Asimismo se crea la Oficina municipal de bienestar animal para el tratamiento integral de los trabajos en relación a esta cuestión y se obliga al Ayuntamiento a avanzar hacia el sacrificio cero, lo que supone que la administración deberá trabajar activamente para que no se sacrifique ni un solo perro o gato que no tenga una enfermedad terminal o para descargar de sufrimiento y para ello se deberá promover la tenencia responsable, fomentar las adopciones y reducir los abandonos.

A modo simbólico la nueva ordenanza cambia la nomenclatura de animal de compañía por la de animal de familia.