Imagen de archivo del cierre de la playa de Can Pere Antoni, este pasado verano. | Joan Torres

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El Consejo de Administración extraordinario de Emaya, celebrado este miércoles, ha aprobado la propuesta de adjudicación a la UTE de Acciona, por 22, 6 millones, de las obras de construcción de dos nuevas infraestructuras que permitirá reducir hasta en un 90 % el cierre de playas por vertidos tóxicos en la cuenca del Baluard y de un 40 % si nos referimos a toda la bahía de Palma. Además se podrán reducir cada año unas 900 toneladas de contaminantes que ahora van al mar y que dejarán de ir al mar porque las aguas estarán bien canalizadas y retenidas en la depuradora, informó la presidenta de Emaya, Neus Truyol.

Truyol explicó que estas dos nuevas infraestructuras son un colector interceptor que se construirá desde las Avenidas hasta la depuradora del Coll d'en Rabassa y cuya misión será interceptar las aguas mixtas (es decir fecales y pluviales) y conducirlas por gravedad a la depuradora para evitar su desborde al mar, ya que los días de fuertes lluvias la depuradora actual no es capaz de asumir ese volumen. Tendrá una longitud de 3,2 km y un diámetro de 2 m y en principio se trabajará bajo tierra por lo que Truyol reconocido que las obras no afectarán a los vecinos.

La segunda infraestructura que se construirá será una nueva estación de bombeo y un depósito de laminación que permitirán retener las primeras aguas de lluvia para evitar que lleguen al mar y arrastren contaminación. La propuesta de adjudicación hablaba de un depósito de 25.000 metros cúbicos pero la UTE ganadora ha ofrecido dos depósitos de esta misma capacidad, con lo cual se duplica la capacidad de retención de las aguas mixtas. Las obras podrían comenzar en el mes de marzo y tienen un plazo de ejecución de 18 meses.

La presidenta de Emaya destacó que con estas obras se podrá «poner remedio al problema histórico que tiene la ciudad en el sistema de saneamiento con vertidos de aguas mixtas al mar cada vez que llueve con fuerza y las consecuencias que eso supone para el medio ambiente y la salud pública».

Lamentó que «desde el año 2010 no se ha realizado ninguna inversión a través del canon de saneamiento, que los ciudadanos pagan rigurosamente cada año al Govern balear, pero esta legislatura si hemos conseguido un acuerdo con el Ejecutivo autonómico para destinar 35 millones de este canon a diferentes proyectos de mejora del sistema de saneamiento de la ciudad como son estas dos infraestructuras».

Truyol recordó que el actual depuradora «está obsoleta y se nos ha quedado pequeña» por lo que también hay prometida una inversión de 100 millones de euros por parte del Ministerio de Medio Ambiente para la construcción de una nueva depuradora que sustituirá a la actual.

El alcalde de Palma, Antoni Noguera, por su parte, criticó «la demagogia absoluta» del Partido Popular durante el pasado verano cuando hubo que cerrar las playas en bastantes ocasiones pues, recordó, «este problema no es de hace un año sino que es un problema histórico de la ciudad al que ahora ponemos solución».