El dispositivo 'Jaula' de los Mossos d'Esquadra para localizar al expresident Carles Puigdemont. | Efe - Quique Garcia

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La situación es un tanto peculiar y algunos medios nacionales ya se hacen eco del malestar entre mandos policiales, que la califican abiertamente de «ridícula». Incluso los Mossos reconocen que debían haber actuado antes para evitar una posible fuga de Carles Puigdemont, pero quizá tampoco previeron que alguno de ellos podría colaborar activamente en su huida. El expresident de la Generalitat, con anuncio previo a bombo y platillo, ha llegado a España y ha caminado por la calle Trafalgar de Barcelona rodeado de miles de personas hasta llegar al Arc del Triomf. Ha dado un discurso público, sobre un escenario, y, al finalizar, ha desaparecido. Alrededor de 300 agentes de la policía catalana vigilaban su llegada a España, pero le han perdido la pista, tras subirse a un coche blanco.

Solo unos minutos después arrancaba el pleno del Parlament de Catalunya -y se esfumaba así la idea de ver entrar al expresidente exiliado durante siete años- con su escaño vacío y Salvador Illa pidiendo que se aplique la amnistía al expresidente de la Generalitat. Sucedía eso dentro, mientras fuera del hemiciclo los Mossos d'Equadra activaban el nivel 3 del dispositivo 'Jaula', con controles en varias vías de salida de Barcelona, para tratar de localizarlo; una alerta que también se ha extendido al puerto y al aeropuerto del Prat.

La principal novedad es que ahora los agentes están registrando todos los vehículos, Barcelona y alrededores es un caos. Los Mossos abren hasta los maleteros de los coches por si el expresident de la Generalitat pudiese estar intentado huir de España por esta vía. Cabe recordar, aunque no está confirmado, que una de las teorías más extendidas es que en 2017 escapó en un maletero. Y podría volver a haberlo hecho. De momento, tienen identificado ya al vehículo, propiedad de un mosso que ya ha sido detenido, y se investiga si hay otros policías implicados. Al parecer ha podido utilizar más de un coche.

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Objetivo policial: encontrar a Puigdemont, sobre quien pesa una orden nacional de detención. Pero ¿por qué no se le detuvo antes si al parecer era esa la intención? ¿Y qué saben de él en su partido? En su primera intervención en el pleno, el portavoz de Junts, Albert Batet, ha dejado un mensaje: «Esperemos que antes de que termine el pleno, Puigdemont pueda ejercer su derecho al voto». La afirmación abre nuevos interrogantes: ¿Hace cuentas de comparecer en la cámara para ejercer su voto en la investidura?, ¿significa eso que no ha huido?, ¿está escondido?

Y mientras se abren nuevas brechas. El sindicato de Policía Nacional Jupol ha reprochado al Ministerio del Interior que cometa «los mismos errores» que en la gestión del referéndum ilegal de 2017 al confiar en Mossos d'Esquadra la detención del expresidente catalán Carles Puigdemont: «Ha accedido entre la multitud gracias a que los Mossos, que ejercen como escoltas de cargos de Junts, no solo no le han detenido, sino que le han abierto pasillo y le han protegido». Y reprochan que,«mientras, se deja a un lado a Policía Nacional y Guardia Civil».

Unas horas después, la operación Jaula queda desactiva. Sin rastro de Puigdemont.