Jóvenes junto a una fuente de agua en Baleares. | Gemma Andreu

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La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha asegurado que el abastecimiento de agua para uso humano está asegurado, aunque ha pedido a todos los ciudadanos hacer un uso eficiente de este bien «escaso», ante la situación de sequía que atraviesa el país.

En rueda de prensa posterior a la Conferencia Sectorial sobre Reto Demográfico, Ribera ha explicado que, a día de hoy, las cuencas más afectadas son la del Guadalquivir y, potencialmente, las de Guadiana, Segura y las cuencas interiores de Cataluña, de las que, «evidentemente», hacen un seguimiento rutinario para ver su evolución.

En relación con todas ellas, combinando la información meteorológica y las predicciones estacionales con las estimaciones de agua embalsada y la gestión que está haciendo desde cada una de las confederaciones, las estimaciones apuntan a que «es posible garantizar el abastecimiento de los grandes núcleos de población».

Por contra, ha reconocido que «no es descartable que pueda haber tensiones en pequeños núcleos de población aislados y evidentemente las confederaciones han de asumir la posibilidad de acompañar este abastecimiento con medidas adicionales». «Esto no significa que podamos descuidarnos. Creo que, en todo caso, todos debemos ser muy eficientes en nuestro consumo».

La emergencia climática pone de manifiesto la necesidad de incrementar la desalación y reciclado de agua y de hacer trasvases «cuando sea posible hacerlos y respetando el conjunto de elementos de interés general». En su opinión, es importante entender que estos escenarios de sequía prolongada son cada vez más una amenaza real para nuestro territorio, ubicado en una zona de transición climática, y que una buena gestión reduce de forma significativa su afección.

«Así que, tranquilidad con respecto a la disponibilidad de agua para abastecimiento humano, pero siempre con esa nota a pie de página de que el agua es un bien precioso que hay que cuidar de manera muy clara y no sólo imaginando esas políticas de incremento del agua que a veces se prometen de manera irresponsable». En caso de necesidad, como ocurriera en marzo del año pasado, se buscarán las soluciones más adecuadas para maximizar la gestión del agua para, en su caso, facilitar el uso de pozos de emergencia y reducir los volúmenes de consumo de agua que no vayan destinados a abastecimiento de agua de boca.

Respecto a las declaraciones del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en las que dejaba la puerta abierta a «asumir más responsabilidad» sobre las zonas hidrográficas gestionadas por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), en las que ahora no tienen competencias, Ribera ha señalado que no es posible fragmentar cuencas que discurren por más de una autonomía.

La ministra ha defendido el actual modelo competencial con cuencas hidrográficas y ha subrayado que aquellas que abarcan más de una comunidad autónoma son competencias del Estado y no es posible fraccionarlas. «De hecho, esto ya se intentó con el Guadalquivir y el Tribunal Constitucional fue contundente al respecto. El viaje de ida y vuelta generó una complejidad burocrática que tuvimos que resolver, así que no veo un posible fraccionamiento del Ebro como una solución para nada», ha aseverado la ministra, tras valorar la gestión realizada por la CHE.