El portavoz de Podemos, en imagen de archivo. | Efe

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Unidas Podemos no ha conseguido arrancar de su socio socialista en el Gobierno dos de sus principales exigencias y ha firmado el acuerdo presupuestario para 2023 sin desbloquear la ley de vivienda, para topar los alquileres y frenar subidas abusivas de las hipotecas, y sin lograr derogar la ley mordaza del PP. De la ley de familias, la formación morada ha logrado algún avance, pero lejos de sus reivindicaciones, han señalado fuentes del grupo parlamentario.

Pese a no lograr sus principales objetivos en la negociación de los próximos presupuestos generales del Estado, el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, ha dicho en el Congreso que son unas cuentas públicas expansivas, pero lo más importante -ha defendido- es que hacen hincapié en el capítulo de los ingresos, recordando que gracias a su formación se ha avanzado en la reforma fiscal, por ejemplo, con el impuesto a las grandes fortunas. Sobre el gasto en defensa, que Unidas Podemos rechaza aumentar, Echenique ha señalado que el acuerdo con el PSOE es que no estuviera reflejado en el techo de gasto y, a partir de ahora, habrá que «vigilar» a su socio para ver «cómo lo gestiona» al apuntar que ya han visto en ocasiones anteriores «aumentos unilaterales» de esta partida.

El portavoz parlamentario ha hecho hincapié en que seguirán peleando por intervenir el mercado inmobiliario porque es un derecho humano y ni el PSOE ni Unidas Podemos se pueden permitir que la ley de vivienda no se apruebe antes de que concluya el año. No plantea presiones concretas a la parte socialista del Gobierno en este tema para forzar un cambio de posición, pero confía en que este cambio se produzca como ocurrió cuando plantearon intervenir el mercado eléctrico o aprobar el impuesto a las grandes fortunas.

«Primero se nos dijo que no y finalmente se acabó haciendo», ha dicho. El PSOE «no ha querido avanzar en esas materias», se ha quejado Echenique, pero Unidas Podemos trabajará «día y noche» para que puedan salir adelante e irán en esta batalla de la mano de los socios de legislatura y de la sociedad civil: «Hay un movimiento potente de derecho a la vivienda, cargado de razones».

En este mismo sentido, el portavoz de los comunes, Gerardo Pisarello, ha subrayado que hay que avanzar en la ley de vivienda «sí o sí» porque es una cuestión nuclear, que tenía que haber entrado en la negociación presupuestaria y ya que no lo ha hecho, ha insistido en que los alquileres se deberían congelar ya. «De todos los derechos que están en juego, la vivienda es uno de los más fundamentales», ha sentenciado Pisarello que sí ve avances significativos en estas cuentas en lo que se refiere a la educación, salud y ayudas a la dependencia, asegurando que estos presupuestos revierten recortes del PP.