Reciente imagen de la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico atendiendo a la prensa. | Efe

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La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha dicho que habrá que resolver, en el caso del gravamen a las energéticas, que la iniciativa española tenga «la mayor afinidad y compatibilidad posible» con las propuestas que salgan en la Unión Europea (UE) y su adecuación al sistema fiscal nacional. Ribera hacía estas declaraciones este miércoles a los medios de comunicación después de que esta mañana la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, haya propuesto limitar los ingresos de las compañías eléctricas europeas y gravar los beneficios extraordinarios de las petroleras para recaudar más de 140.000 millones de euros.

Teresa Ribera ha considerado las propuestas que ha hecho Von der Leyen, en su discurso sobre el Estado de la Unión en el Parlamento Europeo, muy positivas y ha calificado su intervención de «absolutamente extraordinaria». La titular de Transición Ecológica ha calificado de «muy importante y valiente lo que está haciendo Europa» para responder al desafío del presidente ruso, Vladímir Putin, de manera unida, «entendiendo que esto va a requerir intervenir, de una manera que no tiene precedentes, en el funcionamiento del mercado».

Ha recordado que los ciudadanos europeos necesitan ayuda y apoyo que proceda de contribuciones, «razonablemente distribuidas», de las distintas compañías. La también vicepresidenta tercera ha indicado que lo que se está viendo ahora son propuestas muy parecidas a las que viene aplicando España desde hace un año y se ha mostrado esperanzada en que en el Consejo de Ministros de Energía extraordinario de la UE, que se celebrará el 30 de septiembre, se podrán terminar de afinar las medidas concretas.

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Respecto a las diferencias entre la propuesta enunciada por Von der Leyen para limitar y/o gravar a las compañías energéticas, Ribera ha dicho que habrá que ver «la letra pequeña al detalle», cuál es la referencia de precios máximos por tecnología y cómo se combina con la minoración de beneficios extraordinarios que obtienen las centrales que no usan gas para producir luz al cobrar el mismo precio que los ciclos de gas marcan en el mercado.

España aprobó hace un año aplicar esta minoración de los beneficios extraordinarios por el alza del gas. Por su parte, la CE plantea ahora poner un tope al dinero que recibe la generación eléctrica a partir de renovables, nuclear y lignito. También ha celebrado que la Comisión Europea esté a favor de que las empresas que venden carbón y petróleo contribuyan a ayudar a las familias, y ha dicho que las medidas que se han anunciado tendrán que «ser declinadas en cada país miembro». En cuanto a que el PP haya dicho que no apoyan un gravamen como el del Gobierno español y sí el que ha anunciado Von der Leyen, ha afirmado que ese partido «siempre juega a hacer trampas», pues «nunca, jamás, respalda nada».

Ha señalado que si el PP tiene tanto interés en mejorar las propuestas del Gobierno lo tiene sencillo, haber votado ayer la admisión a trámite de la proposición de ley por la que se creará el nuevo impuesto a los beneficios de las energéticas, en lugar de oponerse como hizo, y luego trabajar el texto final con enmiendas. Respecto a si el Gobierno teme que el impuesto sea recurrido judicialmente por distribuidoras y compañías energéticas, ha dicho que no tiene sentido «dar pábulo» a que pueda recibir recursos cuando la proposición de ley por la que se creará el impuesto todavía no está aprobada.