El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz (i), durante el pleno del Senado celebrado este martes en Madrid. | Juanjo Martín

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado este martes en su comparecencia en el Pleno del Senado que habrá «medidas adicionales» de ahorro energético, pero que «no van a ser dramáticas» dado que «no habrá racionamientos ni escenas apocalípticas» como las que, en su opinión, describe la derecha, por lo que ha lanzado un mensaje de «tranquilidad» a la ciudadanía. «Podemos cambiar algunos hábitos de vida para defender nuestro modelo de vida. Las vamos a presentar en detalle muy pronto», ha agregado Sánchez acerca de esas medidas adicionales de ahorro.

En su intervención en la Cámara Alta, enmarcada en el debate monográfico sobre la crisis energética y el contexto económico, Sánchez ha asegurado que el escenario para este invierno es incierto. «No sabemos qué va a pasar. No lo sabe el Gobierno de España, ni el de Alemania (...) no podemos despejar esa incógnita», ha aseverado. «No podemos leer la mente de un personaje (en referencia al presidente ruso, Vladímir Putin) que después de una pandemia ha empujado a la humanidad a la mayor crisis de estos últimos años. Es probable que Putin tampoco sepa cuáles son los siguientes pasos que va a dar, por lo que en Europa nos estamos preparando para lo peor, que es un corte total del gas», ha agregado.

Ante ello, el líder del Ejecutivo ha señalado que España ha apostado por la diversificación de sus proveedores de gas, el impulso de las energías renovables y por aplicar medidas para reducir el consumo energético. Además, ha hecho hincapié en que desde el Gobierno se aboga por la «solidaridad» con el resto de los «hermanos europeos». En esa línea, ha destacado que en la primera quincena de agosto España ha exportado al resto de la UE unos 2.400 gigavatios hora (GWh) de gas en forma de electricidad, equivalente, según sus cálculos, al consumo de una comunidad autónoma como Cantabria durante seis meses. Así, ha señalado que esa apuesta por la solidaridad con el resto de socios europeos es un planteamiento «estratégico», dado que el futuro de sus economías puede afectar también a la de España.

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Sánchez desacredita el liderazgo de Feijóo por «insolvencia» y «mala fe»

El presidente del Gobierno ha desacreditado la gestión y las propuestas de Alberto Núñez Feijóo como líder del PP, ya que considera que desde que asumió esa responsabilidad ha actuado con «insolvencia» y «mala fe» y ha utilizado el insulto y la mentira apoyado por los poderes que le auparon. Sánchez ha replicado este martes a Feijóo en el debate del Senado sobre el ahorro energético utilizando una serie de declaraciones del presidente del Partido Popular que considera que le ponen en evidencia. El jefe del Ejecutivo, que ha acusado al líder de los populares de intentar usar las consecuencias de la guerra en Ucrania para derribar al Gobierno (algo que ha advertido que no logrará), ha lamentado que sea imposible pactar con el principal partido de la oposición. Tras reconocer que cuando se desveló que Feijóo era el posible sustituto de Pablo Casado al frente del PP, tuvo la esperanza de que el diálogo fuera posible, ha asumido que no lo es.

Sánchez ha señalado que el presidente del PP se presenta como gran gestor y líder solvente y ha considerado que los hechos lo desmienten. A partir de esa aseveración ha puesto ejemplos para apuntalarla, como las declaraciones de Feijóo acusando al Gobierno de «forrarse» con la recaudación de impuestos cuando la mayor parte de ellos va a las comunidades autónomas. El presidente del Gobierno se ha preguntado si eso se debe a su «insolvencia» o a su «mala fe», la misma pregunta que se ha hecho ante otras declaraciones del jefe de la oposición. Entre ellas, su propuesta de una deducción del IRPF para inversiones en eficiencia energética que ya estaba aprobada desde meses antes o decir que en Galicia «lo rural no paga impuestos», que para Sánchez demuestra que su conocimiento en materia de impuestos es «justito».

También ha puesto como prueba de su desconocimiento que dijera en su primera intervención en el Senado que la prima de riesgo en España estaba en 250 puntos cuando eran 111, al confundir la cifra con los tipos de interés. En la misma batería de declaraciones ha situado las que auguraron que España se asomaba a la recesión y que afirmara que el Gobierno está «sepultando» a los españoles bajo una gran deuda pública, cuando ésta se ha reducido en el plazo de un año. Pero a renglón seguido ha recordado que Feijóo asumió la presidencia de la Xunta con una deuda pública de 3.900 millones en 2009 y la dejó este año en 11.300 millones. A todo ello ha sumado que Feijóo haya dicho que el Gobierno no puede subir las pensiones conforme al IPC porque eso superaría la regla de gasto, cuando ha subrayado que las pensiones no computan en esa regla. Sánchez ha descalificado igualmente propuestas como la de ampliar la vida de las centrales nucleares, pero sí ha reconocido su coincidencia con la petición del presidente del PP de reducir el IVA del gas al 5 %.

«El Gobierno no se guía por el criterio de llevarle a usted la contraria, señor Feijóo. Si hay una medida conveniente para el país, pues se adopta sin importar con quién coincida», ha añadido. El presidente del Gobierno, tras todas las «meteduras de pata» y «errores encadenados y muy serios» de Feijóo, le ha pedido «estudiar un poco más, rodearse de buenos asesores y hacer propuestas sólidas y solventes». También ha reprochado al presidente del PP que le insultara comparándole con un dictador citando la novela de Gabriel García Márquez «El otoño del patriarca», en otra prueba de «insolvencia cultural o mala fe»; sus ataques a la denominada «excepción ibérica» para abaratar el precio de la factura eléctrica o el bloqueo para renovar el Consejo General del Poder Judicial. Para Sánchez, lo que Feijóo quiere para España choca con el interés general y sólo beneficia «a quienes le auparon y le alientan con entusiasmo», unos poderes «con terminales mediáticas» que le aplauden de forma constante.