La diputada de la Asamblea de Madrid y hermana del concejal asesinado por ETA en Ermua, en la conmemoración y homenaje organizado en la localidad vizcaína. | Efe

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Marimar Blanco, hermana del concejal secuestrado y asesinado por ETA hace 25 años, ha reclamado este domingo la recuperación de «la unidad política y social y que no se negocie con quienes a día de hoy siguen sin condenar el asesinato» de su hermano. Así lo ha declarado a los periodistas a la entrada al polideportivo Miguel Ángel Blanco de Ermua, antes de intervenir en el acto en homenaje a su hermano y a todas las víctimas del terrorismo que se celebrará organizado por el Ayuntamiento de este localidad vizcaína.

Marimar Blanco ha dicho, en referencia a la posibilidad de que el alcalde, Juan Carlos Abascal, le haya solicitado por adelantado su discurso del acto, que nadie le ha «controlado el discurso» y ha añadido que éste ha sido el mismo desde que ETA secuestrara y asesinara a Miguel Ángel. «No voy a cambiar nada, porque este ha sido mi mensaje desde hace 25 años y lo voy a mantener en esa línea: que la memoria, la dignidad y la justicia de todas y cada una de las víctimas se defiende todos y cada uno de los días, no sólo en días señalados», ha apuntado.

De igual forma, ha reivindicado que la memoria de las víctimas del terrorismo se «defiende no sólo con palabras, sino con hechos, que dignifiquen el sacrificio de tantos y tantos inocentes». Por ello y como ya realizó ayer, en el homenaje que el PP tributó a Miguel Ángel, ha exigido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que «rompa con Bildu» y ha dicho que esta exigencia es compartida por «la inmensa mayoría de las víctimas todos y cada uno de los días». En este sentido, ha lamentado que el Gobierno esté negociando «con un partido que ni ha condenado ni ha reconocido el asesinato» de su hermano, y cuyo representante, en alusión a Arnaldo Otegi, aseguró tras el asesinato de su hermano que «para él era un día normal y que estaba en la playa tomando el sol».

Marimar Blanco ha reconocido que la jornada de hoy es «muy especial» porque hace 25 años se inició la «cuenta atrás» de 48 horas que acabó con el asesinato de un «joven inocente, concejal constitucionalista que decidió dar el paso en la política para defender la libertad, la convivencia democrática y la pluralidad». La hermana de Miguel Ángel ha señalado que, con su presencia en el acto de hoy, pretende evocar tanto la memoria de su hermano como la del resto de víctimas del terrorismo y «lo que conseguimos desde la unidad política y social» y el «espíritu de Ermua», que marcó, según ha dicho, el principio del fin de ETA.

El apunte

Día para la unión

Por su parte el presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, ha afirmado que hoy «no es el día para buscar las discrepancias» y, tras reclamar «generosidad y altura de miras», ha señalado que el acto debe ser «una vacuna para que la violencia no tenga ningún espacio más» en las vidas de los ciudadanos. El líder jeltzale ha afirmado que no es la ocasión «para buscar lo que separa», sino que cree que hay que «echar una mirada» a lo que sucedió hace 25 años y conseguir que «no vuelva a suceder más».

«Que este acto sea una vacuna para que la violencia no tenga ningún espacio más en nuestras vidas y poco más va a salir de mi boca. Yo he venido a un acto unitario» ha indicado Ortuzar que no ha querido «entrar» a pronunciarse en relación al Espíritu de Ermua. «Lo que nos unió entonces y lo que nos debe unir ahora, desde luego no separarnos yo no he venido a separar», ha añadido.