Aragonèws, en una intervención en el Parlament.

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El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha afirmado este viernes que «la confianza con el Gobierno del Estado está rota, está a cero» y que si este último «quiere reconstruirla es imprescindible actuar con transparencia y asumir responsabilidades» por el caso del espionaje político. En declaraciones a Catalunya Ràdio, Aragonès ha dicho que la gestión del asunto del espionaje «no solo no mejora con el paso de los días sino que se agrava», y ha considerado «absolutamente imprescindible que se desclasifique la autorización judicial», que ayer trascendió que existía, para actuar ante algunas de las personas espiadas, entre ellas él mismo.

«Exijo conocer qué magistrado lo autorizó y poder conocer los motivos que llevan a espiar a un responsable político» porque «en una democracia no se espía a los dirigentes de otros partidos», ha indicado. En su opinión, lo ocurrido genera «una situación de indefensión», y se ha preguntado que, si hace tres años fue espiado cuando era vicepresidente y en un contexto de elecciones generales que ERC ganó en Cataluña, quién le podía asegurar que hoy no lo siguen haciendo.

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«Son preguntas que quedan en el aire -ha añadido-, y mientras no haya respuestas, estamos en una situación de degradación de relaciones como no se había dado desde hace mucho tiempo». Aragonès ha explicado que no está previsto que hoy se produzca un encuentro entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y él mismo aunque ambos coincidirán en las jornadas organizadas por el Cercle d'Economia en Barcelona. «No es cuestión de una foto o de un encuentro fugaz de unos minutos», ha precisado, antes de admitir, sin embargo, que él pidió días atrás una reunión y que está pendiente de que se produzca. Sobre su petición de que el Gobierno asuma responsabilidades, el presidente de la Generalitat ha reiterado su opinión de que la ministra de Defensa, Margarita Robles, «está incapacitada para seguir en su cargo», como máxima responsable del CNI, ya que este organismo depende de su ministerio.

Según lo que ha trascendido de la reunión de este jueves en la comisión de secretos oficiales del Congreso «sabemos -ha dicho- que el CNI puede actuar descontroladamente, y es evidente que se tienen que tomar medidas, porque en ninguna parte del mundo los servicios de inteligencia actúan por su cuenta». «Hay cloacas del Estado que se mueven mejor en ámbitos de opacidad», ha lamentado el presidente catalán, antes de recalcar que, en el contexto actual de ruptura de la confianza, se «aleja» la posibilidad de que ERC garantice la estabilidad del Gobierno en el Congreso. «Analizaremos caso por caso -ha indicado-, porque hay quien intenta hacernos olvidar lo que pasa con propuestas sociales o económicas, pero decidiremos siempre pensando en la ciudadanía de Cataluña».

Sobre la mesa de diálogo entre gobiernos, Aragonès ha confirmado que ha quedado congelada, pero que esto no significa que haya desaparecido: «hay muchos que querían darla por muerta por cada cosa que pasa, pero a mí no me expulsarán de la búsqueda de una solución negociada». «No les haré el regalo de levantarnos de la mesa», ha dicho, y ha afirmado que, aunque puede quedar bloqueada, él no renunciará «a defender el referéndum de autodeterminación y la amnistía». «Si alguien piensa que abandonaremos el proceso de negociación que espere sentado, porque no lo abandonaremos nunca», ha asegurado antes de añadir que «negocias con tu enemigo y adversario, no con tus amigos».