Teresa Ribera a su entrada al Consejo extraordinario de ministros de Energía de la UE, reunidos en Bruselas. | OLIVIER HOSLET

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La vicepresidenta del Gobierno responsable de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha apuntado que ve 'difícil' que el Gobierno pueda aprobar esta semana las medidas para limitar el precio del gas, cuyos detalles están aún pendientes del visto bueno de la Comisión Europea, aunque se ha mostrado convencida de que «sin duda» podrá adoptarse la próxima semana. La titular del ramo ha detallado a su entrada al Consejo extraordinario de ministros de Energía de la UE, reunidos en Bruselas, que espera tener la propuesta definitiva «cuanto antes» y que espera poder presentarla ante el Consejo de Ministros de la semana que viene, una semana más tarde de lo que planteó en un primer momento.

La pasada semana España y Portugal anunciaron que alcanzaron un principio de acuerdo con el Ejecutivo comunitario sobre la propuesta conjunta para limitar el precio del gas en el mercado eléctrico. Un acuerdo aún pendiente de completar el procedimiento con el respaldo de la Comisión para implementarlo. «Estamos ultimando detalles, no es fácil que nos dé tiempo a hacerlo mañana, pero estamos acabando de pulir los detalles de la propuesta definitiva», ha agregado la titular de Energía.

El principio de acuerdo anunciado la pasada semana por los titulares de Energía de España y Portugal plantea fijar el precio de referencia del gas, en un primer momento, en torno a 40 euros/MWh y marcará un precio medio de 50 euros/MWh a lo largo de los 12 meses que esté en vigor, lo que supone 20 euros más del tope de 30 euros que propusieron de salida España y Portugal. Ribera hablaba así a la prensa a su llegada a una reunión con los socios europeos en la que la discusión estará centrada en la respuesta del bloque tras la decisión de Rusia de cortar el suministro de gas a Polonia y Bulgaria la pasada semana. En este sentido, Ribera ha enviado mensajes de «unidad» y «solidaridad» por parte de Europa y ha destacado el trabajo realizado junto la Comisión Europea, con Alemania y con los Estados miembros más vulnerables para poner posturas comunes para deducir la dependencia del suministro energético ruso.