La subida del euribor obliga a hacer cuentas a los hipotecados. | Freepik

TW
0

Tras varios años en negativo, concretamente desde 2016, el euríbor ha comenzado a subir con fuerza y el indicador diario ya está en positivo en positivo. Pau A. Monserrat, miembro del CES, profesor de la UIB y economista de FuturFinances.com, ha precisado que «si nos fijamos en los datos del euríbor a 12 meses de los primeros días de abril, que publica el EMMI, resulta que el interés se está acercando al 0 %. De seguir esta tendencia a lo largo de abril, sería perfectamente posible que la media del euríbor anual del mes acabara ya en positivo. Un ascenso imparable en apenas dos meses, marzo y abril. Los bancos han asumido las previsiones que sitúan el euríbor en positivo; así por ejemplo, Bankinter pronostica un euríbor al 0,40 % en diciembre de 2022 y del 0,80% en diciembre de 2023».

Por ello, muchas personas se plantean si es más conveniente una hipoteca a tipo fijo o variable. Luis García Langa, director de Corredordefondos.com, ha declarado que, «entre otras cosas, depende del tipo de interés variable que se tenga y del fijo que ofrece el banco. El hipotecado tiene que pensar que el euríbor subirá, ya lo está haciendo ante perspectivas de subidas de tipos oficiales y medidas restrictivas en políticas monetarias (menos inyecciones de liquidez directa e indirecta del BCE a la banca); y lo seguirá haciendo a medida que vayan subiendo». En este sentido, ha apuntado que «hay que tener muy en cuenta que es difícil que a corto plazo el euríbor más un diferencial aceptable se ponga por encima del tipo fijo (si es aceptable también). Con lo que, además de estas dos variables, que cada hipotecado tendrá de forma individual, hay que valorar también el plazo que queda para amortizar (si es poco, es difícil que el variable se ponga por encima del fijo) y la estructura financiera familiar. Es decir, si una familia tiene su presupuesto familiar al que tener un coste fijo de hipoteca durante el resto de la vida de la misma le ayude, tiene que planteárselo».

Langa resume que «quien tenga un tipo variable con un diferencial alto (+1,5 % ó 2%) y le ofrezcan tipos fijos entorno al 2,5 % se lo podría plantear si le quedan muchos años para amortizar» su préstamo hipotecario.