Perímetro fronterizo de Melilla. | Efe

TW
2

El jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante Teodoro López Calderón, ha augurado un periodo de «cierta tranquilidad» en Ceuta y Melilla tras el cambio de postura del Gobierno respecto al Sáhara, si bien ha eludido responder a qué va a pasar en el futuro. En una intervención en el Fórum Europa, ha rechazado que con su giro España haya reconocido «la marroquinidad» del Sáhara, sino que hay una opción que Marruecos ha puesto sobre la mesa para que la antigua colonia española sea una región con autonomía dentro del país, que se puede llevar a cabo. El almirante ha respondido que las Fuerzas Armadas españolas están preparadas para defender España de cualquier ataque y garantizar la integridad territorial de nuestro país «sin ningún problema», al ser preguntado sobre la posibilidad de que Marruecos invadiese Ceuta y Melilla.

Durante su intervención, el JEMAD ha manifestado su preocupación por la situación en el Magreb y Sahel y ha advertido de que África es ya escenario de la confrontación geopolítica, donde China está buscando posicionarse militarmente en el Golfo de Guinea. Además, según López Calderón, Rusia está utilizando cada vez más sus propias Fuerzas Armadas en ese continente ofreciendo sus servicios como solución inmediata para resolver problemas de seguridad, que van acompañados de contratos para explotar recursos naturales. Esta fórmula se está extendiendo actualmente a Mali, sonde Rusia ya cuenta con 3.000 personas entre contratistas y militares, y está «tentando» a Burkina Faso. Por ello, ha considerado «imprescindible», para España y la Unión Europea, restablecer una estrategia que impida «huecos» por los que se cuele Rusia y China.

El exministro de Defensa Eduardo Serra ha tomado la palabra para preguntar si es realista duplicar el actual presupuesto en Defensa como anunció recientemente el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a lo que el JEMAD ha respondido que la situación económica es complicada, pero ha advertido de que la inversión tiene que llegar al 2 % del PIB para que la defensa española sea «creíble», tanto en el ámbito de la OTAN como de la Unión Europea.