Una persona saca dinero de un cajero de una entidad bancaria. | Efe

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El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha afirmado que los efectos de la guerra en Ucrania van a suponer «un incremento adicional de las tensiones inflacionistas» y ha avanzado que en marzo se va a registrar un dato «particularmente negativo, un repunte de la inflación muy significativo». Durante su intervención en un desayuno informativo organizado por Institución Futuro en Pamplona, Pablo Hernández de Cos ha asegurado que la guerra en Ucrania «está generando una especie de shock energético» y ha advertido de que los mercados esperan que los precios se mantengan elevados, si bien tal vez no en los niveles actuales, pero sí más que los valores de hace un año. El gobernador ha afirmado que la guerra afecta a la economía en varios canales.

Entre ellos ha citado el de materias primas, ámbito en el que sobre todo Rusia pero también Ucrania son productores, especialmente de materias primas energéticas, de las cuales además Europa es «muy dependiente». «Esa mayor dependencia genera un incremento de precios que afecta negativamente a la economía», ha explicado, si bien ha precisado que, aunque la economía europea es muy dependiente, «la española no es de las más dependientes». En todo caso, Hernández de Cos ha explicado que esta situación «va a suponer un incremento adicional de las tensiones inflacionistas» y ha avanzado que en marzo se va a registrar un dato «particularmente negativo, un repunte de la inflación muy significativo». El gobernador del Banco de España ha citado como segundo canal el financiero, apuntando que «las exposiciones del sector financiero eran reducidas y pensábamos que -los efectos- en ese canal podían ser reducidos». Hernández de Cos ha explicado que en la evolución de los mercados bursátiles se ha producido «un incremento muy importante de la volatilidad, de la incertidumbre, una caída de las bolsas, que sin embargo se han recuperado parcialmente».

El gobernador ha añadido que los efectos de la guerra también se perciben en el canal comercial. «Más allá de los productos energéticos tenemos relaciones comerciales con Rusia y Ucrania, y lo que esperamos por la guerra en sí mismo y por las sanciones a Rusia es que se produzca un deterioro de la economía rusa y evidentemente si tenemos relaciones comerciales con ese país, también afecta», ha reiterado. En este sentido, apuntó que las relaciones comerciales -con Rusia- son reducidas en Europa en general y en España, en particular, por lo que dijo que se esperaba que el efecto en este canal fuera pequeño, pero las cadenas globales de valor introducen mucha complejidad, lo que de forma indirecta podría tener efectos, ha señalado, ejemplificando que se está dando ya «un incremento de los plazos de entrega».

Por último, ha citado el canal confianza, advirtiendo de que se ha generado un «incremento de la incertidumbre brutal y la incertidumbre no es buena para tomar decisiones de inversión y de consumo, se retraen y genera menos actividad económica». Sobre el impacto que tendrá esta crisis sobre la actividad económica y los precios en los próximos años en la zona euro, Hernández de Cos ha afirmado que «sabemos la dirección del efecto pero hay mucha incertidumbre sobre el impacto porque no conocemos la duración de la perturbación, de la guerra, y de las sanciones que se han establecido contra el régimen ruso». En todo caso, sí ha señalado que la crisis para 2022 «generará un efecto negativo sobre el crecimiento económico y aumentará la inflación» y ha explicado que, según distintos escenarios del BCE, la reducción del crecimiento de la zona euro sobre el escenario base será de entre un 0,5% y un 1,9% y el incremento de la inflación podría elevarse entre un 1,9% y un 3,9%.