La pensión de los autónomos es más baja. | Pixabay

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La pensión media de jubilación del régimen de autónomos está 567 euros por debajo de la del general, una diferencia que ha aumentado en los últimos años y que supone una de las principales brechas de protección del colectivo y un elemento clave en la negociación del sistema de cotización por ingresos. Según los últimos datos del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, la pensión media de jubilación procedente del régimen general en febrero era de 1.398,5 euros mensuales frente a los 831,16 euros de la de autónomos, una brecha del 40 % o esos 567,34 euros. La diferencia es ligeramente superior a la nómina de enero, cuando fue de 566 euros, y está por encima de las medias de 2021 y 2020. En 2020, la pensión de jubilación media del régimen general fue de 1.307,35 euros frente a los 776,24 de autónomos, una brecha de 531,11 euros; mientras que en 2021 esa media de pensión de jubilación para el régimen general fue de 1.335,19 y se quedó en 792,94 euros para autónomos, una diferencia de 542,25.

«La brecha aumenta por varios factores», señala el presidente de UPTA, Eduardo Abad, que explica que, para empezar, frente a febrero del año pasado hay unos 10.000 autónomos más percibiendo pensión de jubilación. La segunda causa está vinculada al «núcleo» de la reforma que abordan asociaciones y Gobierno, ya que, apunta Abad, el 87 % de los autónomos que cotizan lo hacen en bases mínimas. «Quienes se están incorporando a la jubilación vienen de carreras de cotización precarias, carreras que siempre han ido en bases mínimas desde el principio de los tiempos del RETA (régimen especial de trabajadores autónomos) y que, en muchos casos, han sufrido el golpe de la crisis de 2008 y el de la pandemia», explica Abad. UPTA viene reclamando en la negociación del nuevo sistema de cotización por ingresos reales una exigencia contributiva mayor para los autónomos que más ganan y un menor esfuerzo para quienes menos ingresen, en especial para quienes estén por debajo de 700 euros mensuales.

Desde ATA, que ha venido rechazando las propuestas de la Seguridad Social, critican, entre otros aspectos, que, tal y como se plantea, el cambio sea la solución para mejorar la protección del colectivo. «El sistema propuesto está basado en varias mentiras, una de ellas, precisamente, que es para mejorar las prestaciones del colectivo, porque estos ya pueden elevar su cotización cuando quieran. Es la Seguridad Social la que tiene topada la base máxima de cotización para la mayoría de autónomos, los mayores de 48 años», denunciaban desde ATA en un comunicado. La última propuesta del Ministerio de Inclusión suponía una reducción en los tramos para determinar las cotizaciones por ingresos con una rebaja de la cuota más elevada para dejarla en 991 euros en 2031 y una redefinición del concepto de rendimiento neto. El planteamiento de este nuevo sistema de cotización es que se implante de forma progresiva en diez años, con el objetivo de que coticen en función de sus ingresos reales y tengan un mayor nivel de protección social, es decir, que además de mayores pensiones puedan acceder de forma ordinaria a prestaciones como el cese de actividad.

Desde UATAE, otra de las asociaciones sentadas a la mesa, han reclamado que en la negociación se aborde «un avance sustancial en la protección, para dejar de ser los jubilados más pobres, y para poder tener las mismas prestaciones y coberturas sociales que los asalariados». Esta reforma del RETA es una de las recomendaciones del Pacto de Toledo y forma parte del acuerdo alcanzado el pasado mes de julio sobre pensiones y que incluía avanzar en un sistema de cotización por ingresos reales para los trabajadores autónomos. La mesa de diálogo social en la que participan el Ministerio de Inclusión, los sindicatos, la patronal y las asociaciones de autónomos se ha reunido en numerosas ocasiones y seguirá trabajando este lunes 28 de febrero en aras de acercar posturas que siguen alejadas.