Llegada a puerto de los ocupantes de una patera. Imagen de archivo. | Efe

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La última víctima mortal de la Ruta Canaria apenas tenía dos meses de edad y falleció anoche cuando intentaba llegar a Fuerteventura en brazos de su madre en una neumática que había salido de un punto cercano a El Aaiún, en el Sáhara Occidental. Fuerteventura revivió la pasada madrugada lo que ocurría a principios del año 2000, cuando en una sola noche llegaban un puñado de pateras con cientos de personas a bordo, en ocasiones, con niños de corta edad que no lograban sobrevivir a la dureza de la travesía.

Quienes participaron en ese rescate aún recuerdan al bebé de siete meses que murió en julio de 2006 tras sufrir una parada cardiorrespiratoria después de que la patera en la que viajaba junto a su madre fuera localizada a la deriva a nueve millas de Fuerteventura. La historia volvió a repetirse anoche, cuando una pareja de subsaharianos, rescatados por la Guardamar Concepción Arenal, se enfrentó a la muerte de su hijo, que había nacido dos meses antes en Marruecos. La madre, que viajaba con él en brazos, pensaba que venía dormido.

Tras llegar a puerto, los equipos de rescate se percataron de que el bebé estaba en parada cardiorrespiratoria. Inmediatamente después, fue trasladado a la ambulancia que estaba en el muelle, donde un médico del hospital intentó reanimar, sin éxito, al pequeño, cuyo fallecimiento se confirmaría luego en el hospital de la isla. Los padres del bebé han permanecido en el mismo centro hospitalario hasta que han sido conducidos a la conocida como "Nave del queso", un recinto convertido desde hace unas semanas en Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE).

El pleno del Cabildo de Fuerteventura ha hecho un receso en la sesión que celebraba este jueves para guardar un minuto de silencio por la muerte de este bebé, acto al que se ha sumado el director insular de la Administración del Estado, Domingo Fuentes. Este fallecimiento se suma a las dos últimos registradas en Fuerteventura el pasado sábado, cuando llegó una patera con 55 tripulantes y los cadáveres a bordo de dos personas más, un hombre de 28 años de Islas Comoras y una mujer de 25 natural de Guinea Conakry, quienes no pudieron soportar el viaje que iniciaron días antes de llegar a Canarias en Cabo Bojador, en el Sahara Occidental.

Hasta cinco embarcaciones llegaron anoche a Fuerteventura con 283 personas, de los cuales 207 fueron hombres, 68 mujeres y 8 menores. Todos eran de origen subsahariano, excepto un grupo de 11 personas procedentes de Bangladesh, país del que cada vez es más frecuente encontrar ciudadanos en las embarcaciones que salen desde el continente africano. Según ha podido conocer Efe, seis embarcaciones salieron de puntos cercanos a El Aaiún en las últimas horas: cinco de ellas consiguieron llegar a Canarias y otra fue interceptada por la Gendarmería marroquí.

Fuerteventura, junto con Lanzarote, se ha convertido en las últimas semanas en la principal entrada a Canarias de embarcaciones procedentes de África. La mayoría de ellas tiene como punto de partida El Aaiún, desde donde hay menos de 24 horas de navegación si el viaje se produce sin dificultades. Le sigue Dajla, al sur del Sahara. En cambio, han disminuido las embarcaciones procedentes de las ciudades mauritanas de Nuadibú y Nuakchot, y las que parten de Senegal y Gambia.