La reina Letizia y la reina Silvia de Suecia, durante el acto de bienvenida oficial a los monarcas españoles. | Efe

TW
6

Los reyes suecos Carlos Gustavo y Silvia dieron la bienvenida oficial a los reyes Felipe y Letizia en su viaje de Estado al país nórdico, que arrancó con un paseo en carroza de caballos de época de los dos matrimonios por parte del casco histórico de Estocolmo hasta el interior del Palacio Real. Con la solemnidad que caracteriza a las visitas de alto nivel, la familia real sueca se volcó en el recibimiento a don Felipe y doña Letizia, quienes reviven el viaje que los reyes Juan Carlos y Sofía protagonizaron en 1979. Aunque más allá del protocolo y la diplomacia que marcan las relaciones internacionales, la apuesta estilística de la Reina Letizia ha impactado en nuestras tierras y también en tierras escandinavas.

La esposa del jefe del Estado ha combatido las bajas temperaturas suecas con una capa marrón camel con cuello de pelo y un vistoso tocado rojo, a juego con el vestido y los complementos. Ya en el interior se ha desprendido de su abrigo, aunque ha seguido apostando por ese turbante de una firma sevillana, a la cual ya ha acudido en alguna otra ocasión. Tanto el vestido rojo como los zapatos a juego con la capa son de Carolina Herrera. Tras su llegada este pasado martes a Estocolmo mantuvieron un primer encuentro con la comunidad española residente en Suecia.

Los reyes de España se encontraron con Carlos Gustavo y la reina Silvia en las Caballerizas Reales, donde montaron en dos carruajes cubiertos, uno con los monarcas, ambos vestidos de militar, y el otro con sus consortes. Desde los establos, iniciaron el trayecto hasta el Palacio Real, atravesando el puente que conecta con Gmala Stan, la isla en la que está situada la zona antigua de la ciudad, engalanado con las banderas de los dos países y flanqueado por soldados, en una mañana fría, pero soleada.

En el patio interior, los dos matrimonios bajaron de las carrozas y tras la interpretación de los himnos nacionales y pasar revista a la guardia de honores, los reyes saludaron a las respectivas delegaciones. En la sueca, estuvieron los miembros del Gobierno sueco, encabezado por su primer ministro en funciones, el socialdemócrata Stefan Löfven, con quien se va a reunir posteriormente Felipe VI, en un encuentro el que también va a estar su sucesora, Magdalena Andersson, elegida por el Parlamento poco antes de la ceremonia de bienvenida.

En los salones de palacio, aguardaban la princesa heredera Victoria y su hermano, Carlos Felipe, junto a sus respectivas parejas, los príncipes Daniel y Sofía. La hija pequeña de los reyes suecos, la princesa Magdalena, que vive en Estados Unidos, ha sido la única que se ha ausentado del recibimiento. La ceremonia de recibimiento se completa con sendos mensajes de Felipe VI y de Carlos XVI Gustavo, quien, a sus 75 años, es el monarca sueco que más tiempo lleva en el trono, desde 1973 (48 años). También va a haber un almuerzo privado entre las dos familias en el Palacio Real, residencia oficial de Carlos XVI Gustavo y su esposa, aunque viven habitualmente en el castillo de Drottningholm, a las afueras de Estocolmo.

Una de las novedades en la puesta en escena de la visita fue que don Felipe y doña Letizia se despojaron de la mascarilla para ir en consonancia con los reyes de Suecia, país donde nunca ha sido obligatoria. En el acto de ayer con la comunidad española, don Felipe pidió «seguir en alerta y avanzar con prudencia» ante el recrudecimiento en el número de contagios en Europa. Como gesto de la amistad entre los Bernadotte y los Borbones, la familia real sueca va a acompañar a don Felipe y doña Letizia, bien juntos o por separado, a todos los actos que protagonicen hasta el final de su visita mañana, jueves, por la tarde.

El programa de la primera jornada incluye una cena de gala en el Palacio Real, al que seguirá mañana un almuerzo en el Ayuntamiento y una recepción de despedida ofrecida por los reyes españoles. Entre las actividades que van a protagonizar los dos matrimonios, están la visita al Museo Nobel para recorrer una exposición de dibujos del médico español Santiago Ramón y Cajal, quien recibió el prestigioso galardón en Medicina en 1906, y a un seminario empresarial para fomentar inversiones entre compañías de ambos países. Las reinas se desplazan al Instituto Karolinska, el principal centro académico de investigación médica del país escandinavo, y a la Biblioteca Bernardotte del Palacio Real Durante su estancia en la capital sueca, los reyes de España se alojan en el Grand Hotel, uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad.