La nueva ley elaborada por el Ejecutivo concede máxima importancia al modelo de formación en dos escenarios complementarios, el centro académico y la empresa.

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La nueva ley de Formación Profesional, que el Gobierno de Pedro Sánchez aprobó la semana pasada en Consejo de Ministros, necesita «desarrollar al máximo» el concepto de dualidad avanzada para estrechar la relación entre centros formadores y empresas y así «asegurar el futuro de este modelo formativo».

Esta es la principal conclusión de un debate sobre el futuro de la Formación Profesional celebrado en este Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada, que ha tenido en cuenta los resultados satisfactorios obtenidos por los principales operadores del sector.

La consultora independiente Strategik B&M Consulting publicó en julio un ranking de los mejores centros de FP de España, en el que el top 10 aparece compuesto por Cesur, Medac, Ilerna, implica, CES, Océano Atlántico, ICSE, Amusal, Claudio Galeno y CDS. De hecho, los tres primeros alcanzan cotas de excelencia en los parámetros de oferta de titulaciones/grados, en dual presencial/online, y en instalaciones técnico-académicas. Por su parte, Cesur es el líder en los tres conceptos.

La nueva ley elaborada por el Ejecutivo concede máxima importancia al modelo de formación en dos escenarios complementarios, el centro académico y la empresa. Los expertos del Instituto Coordenadas coinciden en este aspecto al señalar que «el factor dual, la simbiosis de formación en el ámbito académico y en el empresarial, va a ser determinante para establecer el éxito de esta ley y de todo el sistema de formación profesional en los próximos años».

A su juicio, «el futuro de la formación profesional se va a escribir en clave dual». «La nueva ley no tiene otra opción que asegurar que este diálogo se haga cada vez más intenso y eficaz. La dualidad tiene que generalizarse y hacerse rutinaria en el ámbito de la formación profesional».

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El proyecto de ley aprobado por el Ministerio de Educación establece que el periodo de formación en las empresas debe estar entre el 25% y el 35% del tiempo total de formación de los estudiantes y que las empresas asuman hasta el 20% de los contenidos formativos y de aprendizaje.

Por lo tanto, la dualidad se generaliza y empapa todo el modelo formativo para acercar a los estudiantes al mercado laboral. Sin embargo, los analistas del Instituto Coordenadas consideran que «lo verdaderamente prometedor de cara al futuro de la formación profesional es que se establezca un nivel de dualidad avanzada, en el que el porcentaje de formación que se recibe en el ámbito empresarial está entre el 35% y el 50% del total de la formación y que sea el centro de trabajo el que proporcione hasta el 40% de los módulos formativos».

«Si se consigue ese nivel de interactuación entre el centro de formación y el centro de trabajo se habrá dado un paso de gigante en el futuro de la formación profesional», estiman los expertos. Otro elemento determinante para ellos es la figura del tutor dual del centro de formación y la del tutor dual del centro de trabajo, puesto que «son los que determinan el nivel de éxito del modelo formativo en los dos escenarios, manteniendo la responsabilidad del centro educativo en la cualificación final del estudiante».

En este sentido, el vicepresidente ejecutivo del Instituto Coordenadas, Jesús Sánchez Lambás, señaló en un comunicado que «en la formación profesional no hay otro camino de éxito que asegurar una simbiosis perfecta entre lo que se aprende en el centro de formación y lo que se aprende en el centro de trabajo; entre una formación básica rigurosa y sistemática y la siempre cambiante demanda de las empresas» porque «ambos intervienen de forma decisiva en el modelo y no puede existir el uno si el otro».

Además, subrayó que el reciente ranking de Strategik demuestra «la solidez de la oferta formativa privada» en España y que «existen centros muy cualificados donde los jóvenes pueden asegurar el éxito» de su formación.