La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, durante la rueda de prensa ofrecida tras la reunión del Consejo de Ministros, este martes en el Palacio de la Moncloa. | Ballesteros

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España tiene previsto suprimir la exigencia de que los ciudadanos británicos presenten un test de PCR negativo a su llegada a territorio español a partir del 20 de mayo, siempre que las tasas de infección sigan disminuyendo en Reino Unido, dijo el martes la ministra española de Turismo.

«Va a permitir la apertura del mercado británico para que puedan venir a España», dijo Reyes Maroto a los medios de comunicación tras la reunión semanal del Consejo de Ministros, ofreciendo un rayo de esperanza al decaído sector turístico español.

Los planes para suprimir el requisito del test PCR negativo forman parte de una revisión más amplia de la normativa de la UE sobre viajes no esenciales desde fuera del bloque, que Maroto espera que sea aprobada antes del 20 de mayo.

«Podrían venir a partir del 20 de mayo sin PCR, puesto que los índices de incidencia está por debajo del rango que ahora mismo se está revisando que estaría entorno a los 50 (casos) de incidencia acumulada» por cada 100.000 personas, dijo la ministra.

Maroto también subrayó que España debe reducir su propia tasa de contagios para animar al Gobierno británico a levantar las restricciones a los viajeros que regresan al país desde territorio español.

Reino Unido permitirá la reanudación de los viajes internacionales a partir del 17 de mayo tras meses de prohibición de la mayoría de los viajes al extranjero, pero España no está incluida en su llamada «lista verde» de destinos seguros.

Eso significa que los británicos que regresen de un viaje a España tendrán que autoaislarse a su llegada durante 10 días y hacerse dos pruebas de COVID-19.

«Sabemos lo que tenemos que hacer para que puedan viajar los británicos a España que es bajar la incidencia acumulada y seguir vacunando», dijo Maroto.

Más de 18 millones de turistas británicos viajaron a España en 2019, constituyendo el mayor grupo de visitantes extranjeros al país.

Pero esa cifra se redujo a sólo 3,2 millones en 2020, un año en el que el turismo internacional en España se desplomó un 80% debido a las restricciones a los viajes impuestas por la pandemia.