El siguiente colectivo a inmunizar con esta vacuna será el de 66 a 69 años, el grupo 5C. | ANTONIO BRONIC

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El Ministerio de Sanidad y las comunidades han acordado este jueves que, una vez se concluya la vacunación con AstraZeneca a las personas de entre 60 y 65 años ahora en marcha, se prosiga con las del grupo de 66 a 69, aunque en su caso también podrán ser inmunizados con los otros sueros disponibles.

La Comisión de Salud Pública ha decidido además en su reunión de esta tarde posponer la vacunación de los menores de 60 años que estaban priorizados en la estrategia para recibir el preparado de la Universidad de Oxford pero que aún no hayan recibido el primer pinchazo.

Para los que sí, los técnicos del Ministerio de Sanidad y de las comunidades comunicarán próximamente su decisión sobre la segunda dosis «según se vaya actualizando y ampliando la evidencia científica, las evaluaciones de la EMA y en comunicación con otros países de la UE».

Alternancia

Vaxzevria (nombre comercial de la vacuna de AstraZeneca) empezó a administrarse en febrero a una parte de personal esencial -docentes, policías, guardias civiles o bomberos, entre otros-, en un principio menores de 55 años y después de 65, junto a población general por debajo de esa edad, que era el límite fijado hasta este jueves.

Tras desaconsejar ayer su uso en menores de 60 años tras el dictamen de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) sobre varios casos raros de trombos aparecidos en varios países europeos, la Comisión ha decidido «continuar vacunando con AstraZeneca al grupo 60-65 años que ya está vacunándose actualmente». Y que «el siguiente grupo a vacunar con AstraZeneca sea el de 66 a 69 años (5C), con el objetivo de completar cuanto antes la vacunación de la población más vulnerable a la COVID-19, se podrán utilizar otras vacunas en función de la disponibilidad».

De esta forma, a las personas de entre 66 y 69 años se les podrá administrar cualquiera de los sueros ahora disponibles (Pfizer, Moderna y AstraZeneca) y también el de Janssen, cuya primera entrega se espera para mediados de este mes.

La quinta y última actualización de la estrategia publicada hace una semana dedica para todo el grupo 5 de la estrategia (el A, formado por mayores de 80; el B, por personas de 70 a 79, y el C) las vacunas de ARN mensajero de Pfizer y Moderna y la de Janssen, compuesta, como la de Oxford, por un adenovirus.

Antes de que se conociera el nuevo giro en las recomendaciones de esta vacuna, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha insistido esta mañana en que, pese a que ahora no la recibirán los menores de 60, se mantiene el objetivo de tener vacunados a 33 millones de españoles a finales de agosto.

Críticas

Para la ministra, la de anoche ha sido «una decisión acertada y en línea con los principales países de nuestro entorno europeo como Francia, Alemania, Bélgica, países nórdicos e Italia» y busca «maximizar los beneficios de la vacuna y reorientarla a aquellos grupos en los que por sus características se obtenga la máxima seguridad y protección». Pero el líder del PP, Pablo Casado, la ha criticado: «No se puede interrumpir campañas de vacunación», ha advertido para cargar contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por no dar la cara.

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También la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, quien ha considerado que «no se puede ir dando palos de ciego ni creando inseguridad constantemente», cambiando «de criterio otra vez» y «a mitad de la partida cuando tantísima gente está ya vacunada». Y el de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha pedido disculpas a la ciudadanía por los «vaivenes e informaciones contradictorias» sobre la vacuna y ha lamentado «profundamente» estos cambios.

Desde Castilla y León, que ayer suspendió la vacunación con AstraZeneca antes de conocer el dictamen de la EMA, su vicepresidente, Francisco Igea, ha pedido «disculpas» a los cerca de 8.000 ciudadanos que ayer sufrieron estas «molestias», pero ha defendido que acertaron al tomar esa iniciativa y la ha achacado a la «no decisión» del Gobierno central.
Mientras, Euskadi se abstuvo en el Consejo Interterritorial de Salud porque no se tuvo en consideración el consejo de la EMA de seguir inoculándola ni «ni esperó a la recomendación de la Comisión de Salud Pública», según su departamento de Salud.

La segunda dosis, en el aire

La decisión tomada ayer supone a los ya vacunados con Vaxzevria menores de 60 años no poder recibir la segunda dosis, pero Darias ha pedido «tranquilidad». «Tenemos tiempo pues hasta principios de mayo no se producirá el intervalo entre la primera y la segunda -la pauta marca una distancia entre ambas de entre 10 y 12 semanas- y estamos trabajando y valorando varias posibilidades», ha señalado.

Una es no completar la pauta porque una sola dosis tiene una eficacia del 70 %; la otra posibilidad, y «si lo avalan los estudios científicos», es «administrar una segunda vacuna de otro tipo de plataforma», como el que se está desarrollando en Reino Unido para establecer la efectividad de combinar AstraZeneca y Pfizer, aunque sus resultados no son inminentes.

Sobre este asunto, la Sociedad Española de Inmunología (SEI), partidaria de elevar el límite de Vaxzevria a los 79 años, ha aconsejado poner la segunda dosis a todas las personas que hayan recibido la primera y ha destacado la necesidad de elaborar los estudios pertinentes que garanticen la seguridad y eficacia de mezclar sueros.
La ficha técnica lo rechaza por ahora: «No hay datos disponibles sobre la intercambiabilidad de Vaxzevria con otras vacunas frente a la COVID-19 para completar la pauta de vacunación. Las personas que hayan recibido la primera dosis de Vaxzevria deben recibir la segunda dosis de Vaxzevria para completar la pauta de vacunación», reza la ficha de este medicamento. Y también la propia estrategia de vacunación, que señala que la pauta debe completarse por ahora con la misma vacuna.

La opinión de los expertos

Los inmunólogos han querido además transmitir a toda la población que «la vacunación es segura y que cualquiera de los efectos adversos descritos tiene un riesgo mucho menor que el de la propia COVID-19 y que muchas de nuestras actividades cotidianas».

Otros expertos consultados por Efe se han expresado en la misma línea. «Los beneficios exceden claramente los riesgos» es el mensaje en el que coinciden.

Para confirmar este «posible vínculo» de la vacuna con estos episodios, la EMA revisó 62 casos de trombos cerebrales venosos y 24 casos de trombosis en abdomen (vena esplácnica) acompañados de bajas plaquetas, considerando que «deben incluirse como efectos secundarios muy raros»; no obstante, mantiene que los beneficios de la vacuna superan a los riesgos.

Estos «vaivenes» con el fármaco anglosueco «desde luego» que han repercutido en la confianza de la población en la vacuna, según el vocal de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), Ramón Lecumberri, que ha pedido «tranquilidad» porque «estamos hablando» de un número de casos adversos «verdaderamente bajo» y la vacuna «es efectiva».

Lo mismo dicen desde la Sociedad Española de Neurología (SEN); su presidente, José Miguel Láinez, ha destacado que «la frecuencia afortunadamente es muy baja».