Imagen de archivo del expresidente catalán. | Efe

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El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha lanzado este jueves un duro reproche hacia «ciertos sectores del independentismo» que, según ha dicho, «lamentan» que no esté en prisión y les «incomoda» que siga «plantando cara» al Estado desde Bélgica.

En un hilo de mensajes en Twitter, Puigdemont ha expresado su malestar, a un día del debate de investidura de Pere Aragonès, que no tiene aún garantizado el imprescindible apoyo de JxCat, que no está de acuerdo con los planes de ERC y la CUP para minimizar el papel del Consejo por la República.

Fruto del acuerdo de coalición entre JxCat y ERC tras las elecciones catalanas de 2017 se creó el llamado Consejo por la República, un espacio liderado desde Bélgica por Puigdemont y que debía servir como ente de coordinación del independentismo, pero que hasta ahora ha sido poco operativo por los recelos de ERC y CUP.

En su preacuerdo, ERC y CUP contemplan crear una «mesa de dirección estratégica» del independentismo -inspirada en el llamado «Estado Mayor» del «procés» que organizó en la sombra el referéndum unilateral del 1-O-, unos planes que colisionan con los intereses de Puigdemont y del Consejo por la República que él preside.

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Sin llegar a mencionar explícitamente el Consejo por la República, Puigdemont ha reivindicado su labor desde el exterior: «Hoy que hace tres años de mi detención en Alemania, volviendo de Finlandia, miro el trabajo hecho desde el exilio gracias al acompañamiento de tanta gente no partidista y estoy contento. Pese a las limitaciones, las incomprensiones y los ataques, hemos hecho buen trabajo».

«No hemos desaprovechado las oportunidades ni nos hemos rendido nunca ante la ofensiva del Estado. Nos habéis visto plantar cara y tener iniciativa. Me doy cuenta de que esto ha hecho rabiar al Estado y que a la vez ha incomodado a algunos sectores del independentismo, que cada vez lo disimulan menos», añade.

Según Puigdemont, «en caso de extradición, el tiempo pasado en el exilio no cuenta» y su hipotética «segura condena» en España recogería también su actividad de los últimos años en Bélgica.

Esto «alegrará», ha dicho, a «aquellos que, también desde ciertos sectores del independentismo, lamentan que no estemos encarcelados y banalizan lo que es hacer política desde el exilio», denuncia el expresident, en plena polémica con ERC por el Consejo por la República.

Puigdemont arremete contra «los que ayudan a hacer creíble el relato de que somos unos fugados que viven despreocupados, cómodamente e insolidarios con el sufrimiento de nuestros compañeros injustamente condenados» y concluye: «Ahora es el momento de la unidad y de la confianza».