El candidato socialista al gobierno de Cataluña, Salvador Illa, a su llegada a la sede de los Socialistas en Barcelona. | Toni Albir

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El candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat, Salvador Illa, ha anunciado que se postulará a la investidura para hacer efectivo el «cambio» en Cataluña, después de que los socialistas hayan ganado este 14F en votos y empatado en escaños (33) con ERC.

«El cambio ha llegado a Cataluña para quedarse y la victoria de hoy es un gran paso adelante pero es solo el primero», ha afirmado el exministro desde la sede del PSC, donde ha seguido el escrutinio acompañado de varios dirigentes socialistas, entre los cuales el ministro Miquel Iceta, ideólogo del llamado 'efecto Illa'.

El líder del PSC fue quien, al ver que no despegaba en las encuestas, planteó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que el entonces ministro de Sanidad le sustituyera como cabeza de lista al 14F, una decisión que se hizo pública en vísperas de fin de año, tres días después de que Araceli Hidalgo se convirtiera en la primera española vacunada de COVID.

Y el revulsivo funcionó: con el 98 % escrutado, los socialistas adelantan en más de 45.000 votos a ERC, con quien empatan a 33 diputados, por delante de Junts que se queda con 32.

No es la primera vez que el PSC gana en votos pero no consigue que esa ventaja se refleje en el número de escaños que obtiene una vez se aplica la ley electoral: en 1999 y 2003, Pasqual Maragall ganó en votos pero sacó menos escaños que Jordi Pujol (CiU).
La diferencia, en el caso de Illa, es que a él nadie le ha adelantado en número de escaños.
«Hemos vuelto a ser el primer partido de Cataluña», ha exclamado Iceta, que ha comparecido junto al candidato.

Para Illa, el elevado número de votos recibidos demuestra que hay un grueso importante de catalanes que quieren «escribir una nueva página» en la historia de Cataluña, basada en el diálogo y el «reencuentro».

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En este sentido, Iceta ha defendido que «la victoria de Salvador Illa subraya el acierto de la orientación política del PSC a lo largo de estos años y valida la apuesta por el diálogo y el reencuentro hecho por Pedro Sánchez».

Con estos resultados, el PSC deja definitivamente atrás la crisis que bautizó como su «travesía por el desierto» que empezó cuando perdieron el Govern en 2010 y se agravó con la irrupción del procés, que les llevó a tocar fondo en 2015, cuando se quedaron con solo 16 escaños.

En 2017, en las elecciones convocadas por el artículo 155 de la Constitución, solo consiguieron subir hasta los 17 escaños y vieron como el llamado «cinturón rojo» metropolitano se teñía del naranja de Ciudadanos.

Muchos de esos feudos ya los recuperaron en el ciclo electoral de 2019, y este 14 de febrero han confirmado su hegemonía en grandes ciudades donde ostentan la alcaldía como L'Hospitalet de Llobregat, Cornellà de Llobregat, Esplugues de Llobregat, Santa Coloma de Gramenet, Badalona y Sabadell.

El PSC también se ha impuesto en la capital catalana, Barcelona, donde no ganaba unas elecciones desde 2009.

«Cataluña ha vuelto, la de siempre, la que nunca se fue», ha resuelto Illa, que ha dedicado su victoria al alpinista y exalcalde socialista Sergi Mingote, que murió el pasado 16 de enero en un accidente durante una expedición el K2