Filas de ambulancias con pacientes covid frente al hospital de Santa María, en Lisboa. | Cynthia de Benito

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Portugal reforzará la vigilancia de sus fronteras desde el domingo y durante quince días con controles para limitar la salida de sus nacionales de su territorio ante el descontrolado avance de la tercera ola de covid, que deja este jueves nuevos récord diarios con 303 muertes y 16.432 nuevos contagios.

«El Gobierno adoptará la medida de limitación de desplazamientos para el exterior en los próximos 15 días de ciudadanos nacionales. Salvo casos excepcionales, en la próxima quincena, serán limitadas las salidas por vía aérea, terrestre o fluvial de ciudadanos nacionales», dijo en el Parlamento el ministro de Administración Interna, Eduardo Cabrita.

Cabrita se refirió apenas a los desplazamientos de nacionales, sin mencionar en ningún momento un eventual cierre de fronteras. La frontera entre Portugal y España no se cerrará, confirmaron fuentes oficiales, que subrayaron que los controles a la movilidad de los portugueses no afectarán al paso de mercancías ni de trabajadores trasnacionales.

El ministro habló al cierre de un debate que ha aprobado una nueva prórroga del estado de emergencia vigente en el país, que entrará en vigor a las 00.00 del 31 de enero e introducirá cambios con respecto al anterior, como permitir el cierre de fronteras con España, como ya ocurrió entre el 17 de marzo y el 1 de julio de 2020.

Portugal afronta una tercera ola descontrolada, que hoy dejó un récord de 303 muertes y 16.432 contagios y, tiene a los hospitales al límite con 6.565 ingresados, de los cuales 782 están en cuidados intensivos.

En este contexto, el Parlamento ha aprobado extender el estado de emergencia quince días con los votos a favor del gobernante Partido Socialista y el líder de la oposición, el PSD (centroderecha), el animalista PAN, los democristianos del CDS y una diputada no inscrita.

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Una amplia mayoría frente a la abstención del Bloco de Esquerda y el voto en contra del Partido Comunista, el ultraderechista Chega, los Verdes, Iniciativa Liberal y otra diputada no inscrita.

La prórroga también prevé que las escuelas, cerradas desde el pasado día 23 durante quince en los que no habrá clases, retomen la actividad el 8 de febrero a distancia, y se permite recurrir a sanitarios jubilados o procedentes del extranjero para responder a la creciente saturación de los hospitales lusos.

Son novedades dentro de una renovación esperada para dar continuidad al confinamiento que Portugal comenzó el pasado día 15 y que las autoridades siempre previeron extender al menos durante un mes, algo que garantiza esta prórroga, que coincide además con un momento crítico para el país.

«Lo peor aún durará semanas», ha reconocido en las últimas horas el primer ministro, António Costa, tras varios días donde las cifras diarias de fallecidos se acercan a los 300.
Con la presión hospitalaria desbordada, los hospitales han recibido la orden de abrir todas las camas disponibles, una medida que se teme no sea suficiente si los contagios diarios siguen rondando los 14.000 durante mucho más tiempo.

El Gobierno ya ha admitido que sopesa pedir ayuda internacional si las cosas empeoran, para por ejemplo recibir sanitarios extranjeros o enviar sus propios pacientes a otros países.

Portugal, con diez millones de habitantes, acumula desde marzo más de 11.600 fallecidos y de 685.000 positivos por coronavirus.