Los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo (2i) y Pepe Álvarez (2d), respectivamente, durante la reunión de las ejecutivas de ambos sindicatos previa a la rueda de prensa de presentación de las movilizaciones que van a convocar en todo el país en febrero para exigir el aumento del salario mínimo y derogar las reformas laborales y de pensiones. | Efe

TW
6

Los sindicatos UGT y CCOO han convocado el próximo 11 de febrero concentraciones frente a las delegaciones de Gobierno de toda España para exigir el arranque de la negociación de la derogación de las reformas laborales y la de pensiones de 2013, así como la subida del salario mínimo interprofesional (SMI).

Bajo el lema «¡Ahora sí toca!», estas concentraciones -que cumplirán todas las medidas de seguridad marcadas por la pandemia de coronavirus- supondrán el «pistoletazo» de salida de una serie de acciones para exigir al Gobierno de coalición que cumpla sus compromisos electorales, según han subrayado los secretarios generales de ambas organizaciones en una rueda de prensa conjunta.

Así, el líder de CCOO, Unai Sordo, ha pedido al Gobierno que ponga ya «mesa, fecha y hora» para abordar las negociaciones «para corregir reformas laborales dañinas y ineficaces».

En este punto, Sordo ha subrayado la urgencia de recuperar el valor de la negociación colectiva, así como de limitar la temporalidad y el recurso al despido mejorando también los mecanismos de flexibilidad interna en las empresas.

Junto a esto, han insistido en la necesidad de mejorar los procesos de subcontratación y externalizacion y de cerrar otros temas como la regulación de las plataformas digitales, la ley de igualdad salarial o un plan de choque contra la siniestralidad.

Cuestionado por si estas movilizaciones suponen un ataque al Gobierno, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha defendido en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros la «extrema sensibilidad» del Ejecutivo con la agenda social y la capacidad de llegar a acuerdos.

«No están atacando sino expresando sus demandas», ha afirmado.

CCOO ha insistido en que la voluntad es negociar y acordar, siempre que no se vuelva a dar derechos de veto en la negociación como, a su juicio, ocurrió con la CEOE en el Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

«No se puede volver a lanzar el mensaje de que si no hay acuerdo social no se toca nada», ha advertido.

Junto a esto, ha exigido al Ejecutivo que haga una propuesta de mejora del SMI, cuya cuantía de 2020 está prorrogada, para este año ya que la posibilidad de que se logre un acuerdo en la mesa de diálogo social es «nula o casi nula» tras darle a la patronal «derecho de veto».

También está en el centro de las exigencias de los sindicatos al Gobierno la situación de las pensiones, donde piden acabar con la reforma de 2013 y volver al consenso de 2011 para abordar la situación «sin condicionantes previos» y desde el diálogo social.

«No vamos a renunciar a ninguna de las cuestiones abiertas antes del estallido de la pandemia en marzo», ha enfatizado Pepe Álvarez.

Ante las propuestas de reforma laboral y de pensiones, que forman parte de las remitidas por España a Bruselas, los líderes sindicales han pedido al Gobierno que deje de usar a Europa como excusa y, que si hay algún condicionante, se explicite y se traslade a los agentes sociales.

Durante la crisis del coronavirus, expone el manifiesto de las concentraciones, UGT y CCOO «hemos demostrado con creces nuestro compromiso con la sociedad española, impulsando numerosos acuerdos».

Sin embargo, añaden, «en un momento en el que se empieza a vislumbrar la salida de la crisis, el Gobierno impide avances en ámbitos esenciales imprescindibles para la igualdad social y la distribución de la riqueza».

«Avances sin los cuales la salida de la crisis se efectuará, como en crisis anteriores, sobre la espalda de la clase trabajadora. Algo que no podemos permitir», concluyen ambas organizaciones.