Imagen del interior de una clase. | CAIB

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España sigue siendo el país de la Unión Europea con la mayor tasa de abandono prematuro de la educación y la formación profesional, con un 17,3%, lo que supone un nivel siete puntos superior a la media del bloque (10,2%) a pesar de que el porcentaje ha disminuido «a un ritmo constante» durante la última década.

Así se desprende del informe sobre España del Monitor de la Educación y la Formación de 2020 que este jueves ha publicado la Comisión Europea para todos los Estados miembro. El documento resalta que alcanzar el objetivo nacional de reducir la tasa de abandono escolar al 15% este año «parece inalcanzable».

El informe también destaca las diferencias regionales, con Galicia, Madrid, La Rioja y Valencia reduciendo el abandono prematuro de la educación y Cantabria, Cataluña y Navarra aumentándolo. También recoge que esta realidad afecta más a los chicos (21,4%) que a las chicas (13%).

En la comparación con el resto de socios europeos, sólo Malta se acerca a la tasa de abandono escolar de España (17,2%) y el tercer país con una cifra mayor es Rumanía (15,3%). Tras ellos se sitúan Bulgaria (13,9%), Italia (13,5%), Hungría (11,8%), Portugal (10,6%) y Alemania (10,3%).

Por el contrario, los Estados miembro con menor tasa de abandono prematuro de la educación son Lituania (4%), Grecia (4,1%), Eslovenia (4,6%), Irlanda (5,1%), Polonia (4,6%), Suecia (6,5%) y República Checa (6,7%).

Otro aspecto del informe sobre España es que el presupuesto en educación se mantiene por debajo del promedio en la UE. En 2018 España dedicó a educación el 4% del PIB y el 9,6% del gasto público total. Ambos porcentajes fueron inferiores a la media del bloque, del 4,6% y del 9,9% respectivamente.

Durante todo el periodo entre 2010 y 2018 el gasto general de la administración pública española en educación cayó un 3%, con la mayor reducción observada en educación terciaria, mientras que el gasto medio en la UE creció un 4%.

La mayor reducción en esos ocho años se produjo en la formación bruta de capital (-39%) y en consumo intermedio (-22%). La remuneración de los trabajadores, en cambio, «no presentó ningún cambio significativo».

De hecho, los salarios de los profesores representan el 68% del gasto en educación, mientras que la formación de capital aglutina el 4% de los fondos. Las escuelas concertadas reciben en España un 12,5% del presupuesto (cerca de 6.300 millones) y un 4,4% del mismo se destina a becas y ayudas al estudio. España, además, es el país de la UE con el mayor porcentaje de gasto privado en educación (un 19% del total).

Con respecto al nivel de los alumnos españoles en las competencias básicas, el texto de Bruselas advierte de que no ha mejorado. El rendimiento medio según el informe PISA para 2018, recuerdan las autoridades comunitarias cayó en 10 puntos en ciencias y en 5 puntos en matemáticas.

Así, la tasa de alumnos con bajo rendimiento fue superior a la media de la UE en matemáticas (24,7 %) y cerca de la media comunitaria en ciencias (21,3 %), pero ambas siguen «muy lejos» del valor de referencia, situado en el 15%. Además, el documento señala que en España hubo «relativamente pocos alumnos» con rendimiento alto.

En este sentido, el Ejecutivo comunitario apunta que el origen socioeconómico de los estudiantes tiene una «gran influencia» en los resultados educativos. En concreto, la probabilidad de repetición de curso en España es cuatro veces mayor entre los estudiantes con un un nivel socioeconómico bajo.

También remarca el texto que España ha reducido la brecha entre alumnos nativos y alumnos de origen migrante, aunque se debe «principalmente» a un peor rendimiento de los primeros.

Por otro lado, el informe se hace eco de la reforma en marcha de la ley educativa en España, también conocida como 'ley Celaá' y recuerda que ya hace meses la Comisión Europea subrayó que el éxito de las medidas que puedan adoptarse en este ámbito «dependerá en gran medida de que se invierta el tiempo necesario en la construcción de un consenso político y social amplio y duradero».

En la misma línea, apunta que el éxito de la reforma también estará relacionado con la aplicación de otras modificaciones paralelas, por ejemplo, sobre la procesión docente, la formación profesional y la enseñanza superior.

Asimismo, remarca que «medidas tales como los límites a la repetición de curso deben velar por la coherencia con los objetivos generales», y cita en concreto la mejora de los resultados educativos de los alumnos españoles.

Sobre las repeticiones de curso, el informe destaca que este indicador se mantiene elevado en la mayoría de las comunidades autónomas (por encima del 25% de los alumnos de 15 años) y enfatiza que Madrid y Navarra vieron aumentar sus tasas de repetición de curso en 2019 en un 1% cada una.