Cientos de personas, convocadas por las asociaciones de hostelería de Navarra, se manifestaron este pasado lunes en Pamplona para reclamar que se levante el cierre total de establecimientos decretado por la crisis sanitaria. | Villar López

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El Gobierno de Navarra ha decidido prorrogar durante 14 días las últimas restricciones adoptadas para frenar los contagios de COVID-19, que incluyen el confinamiento perimetral de la Comunidad foral y el cierre de los bares y restaurantes.

También se mantiene el toque de queda de 23 a 6 de la mañana y continúa la limitación de reuniones sólo de convivientes en espacios privados, según ha anunciado en rueda de prensa el vicepresidente primero y consejero de Presidencia, Igualdad, Función Pública e Interior, Javier Remírez.

Según ha detallado, el Gobierno ha decidido prorrogar las restricciones con una serie de modificaciones, de tal modo que se ha ampliado la venta a domicilio de bares y restaurantes hasta las 22.30 horas (antes estaba hasta las 21 horas). Además, habrá una exigencia «mayor» para garantizar el control de aforo limitado al 40% a los centros comerciales.

El vicepresidente, que ha comparecido junto a la consejera de Salud, Santos Induráin, ha remarcado que las últimas restricciones «parece que empiezan a tener efecto al menos en el no incremento exponencial» de nuevos contagios. «Las medidas que hemos tomado pueden estar empezando a tener efecto, con toda la prudencia», ha manifestado Remírez.

En este sentido, ha vuelto a reclamar que «se reduzcan al mínimo los contactos sociales, al ámbito imprescindible» y ha insistido en que «si todos perseveramos en esta línea y cumplimos las medidas, más pronto que tarde saldremos de esta situación».

En esta misma línea, la consejera de Salud, Santos Induráin, ha defendido que «es necesario insistir en las medidas en vigor para rentabilizar al máximo sus efectos» y «consolidar algunos efectos que se están vislumbrando, pero que no son suficientes o al menos deben apuntalarse entre todos».

Así, ha afirmado que si bien «hace falta una perspectiva temporal más profunda y fina para valorar todo esto en su justa medida», a la vista de los datos de la última semana «se puede vislumbrar una ralentización del crecimiento, sin confirmación aún».

«Crecemos pero a un ritmo más lento», ha remarcado Induráin, para destacar que «si se compara la pasada semana con la anterior se observa que estamos en parámetros bastante similares, algo a destacar sobre todo después de las subidas continuadas de las primeras semanas de octubre».

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En concreto, según ha precisado, la semana pasada la Comunidad foral acumuló 3.938 positivos frente a 3.932 de la semana anterior, la del 19 al 25 de octubre, que había supuesto un 76% más respecto a la previa.

Asimismo, si se toma como referencia la media de casos diarios, en la última semana ha sido de 562, frente a 561 de la previa, al mismo tiempo que «cada vez se están haciendo más pruebas» y está bajando la positividad.

En cualquier caso, la consejera ha incidido en que «el total de casos y la positividad sigue siendo alto», por lo que «toca consolidar lo logrado para no tener retrocesos». «El panorama es muy delicado y nadie puede descartar nada en función de cómo vaya la epidemia en las próximas fechas», ha advertido.

Confinamiento domiciliario

En este sentido, al ser preguntados por la posibilidad de decretar un confinamiento domiciliario en Navarra, como han reclamado ya otras comunidades, Induráin ha afirmado que «todas las posibilidades están encima de la mesa, no se descarta ninguna, pero en función de la evolución y la monitorización que hacemos de los indicadores epidemiológicos y sanitarios».

A este respecto, Javier Remírez ha remarcado que «el confinamiento domiciliario no tiene amparo bajo este decreto del estado de alarma y exigiría una habilitación por parte del Estado» y ha considerado que «las medidas tienen que tener unos días para que se vean sus efectos».

A su juicio, en la actualidad «no estamos viendo el verdadero efecto de las medidas que hemos tomado en toda su intensidad» y ha señalado que en estos momentos «no está encima de la mesa» un confinamiento domiciliario como en marzo. «No estamos en ese escenario», ha agregado, para incidir en que habrá que ver cuál es la evolución de la pandemia.

Asimismo, tras la decisión adoptada por el Gobierno foral de cerrar Ribaforada y Murchante para contener los contagios, la consejera de Salud ha afirmado que no se descarta adoptar este tipo de medidas en otros municipios, si bien no ha querido adelantar en qué localidades porque «no tenemos que ver un indicador sólo».

Además, ha afirmado que tampoco se descarta poder adoptar medidas como establecer franjas horarios para la salida por ejemplo de personas mayores, como ocurrió en la primera hora, una medida que «sí está encima de la mesa». «Son medidas que hemos valorado y que se pueden acabar tomando para tener espacios más seguros para la población más vulnerable», ha agregado.