La ministra de Educación, Isabel Celaá. | J.J. Guillén - vmo - EFE - EFE

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La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, ha avanzado este miércoles que se está estudiando la puesta en marcha de un permiso retribuido o baja para aquellos padres cuyos hijos tengan que guardar cuarentena por la COVID-19: «Son fórmulas que hemos de articular».
En una entrevista en la Cadena Ser, Celaá ha recordado que al principio de la pandemia ya se usó la fórmula del permiso retribuido porque, en caso de tener que guardar cuarentena, «si hay un menor debe estar acompañado de una persona adulta». «Podría ser una baja por enfermedad o un permiso retribuido, son fórmulas que hemos de articular», ha apostillado.

La ministra también ha indicado que se pedirá «una declaración responsable a los padres» para que sus hijos vayan a colegio sin fiebre. «La salud y la seguridad empieza desde casa», ha asegurado Celaá que, en cualquier caso, ha reconocido que «no hay riesgo cero» ya que puede darse «la circunstancia de que se incumpla».

Además, ha hecho un llamamiento a los padres para que lleven a sus hijos al colegio pues, como ha reiterado, «la educación es insustituible y beneficiosa». «No puede ser sustituida por el ámbito domiciliario», ha zanjado.

Por ello, la ministra ha insistido en que las escuelas tienen que «estar abiertas» ya que la presencialidad sigue siendo «el concepto general», que se priorizará hasta los 14 años. «Los niños que no pueden trabajan delante del ordenador tienen que estar acompañados en su proceso educativo», ha explicado Celáa que ha pedido «no cargar a las familias con más preocupación e incertidumbre».

En este sentido, ha lamentado que se haya generado «una alarma excesiva» alrededor del regreso a las aulas. «Preocupa a las personas y a los centros que se diga que no se sabe. Sí se sabe: las escuelas van a abrir, la presencialidad es lo general y estamos buscando el entorno escolar más seguro», ha detallado. «Tenemos que enfrentarnos al virus para los niños hagan lo más importante: continuar con su proceso educativo», ha aseverado.

Por otro lado, ha negado que se esté improvisando el inicio del curso pues, como ha destacado, «todo está planteado desde mayo y junio». «No se está partiendo desde cero, solo hay que hacer algún ajuste a la realidad», ha indicado en relación a los dos documentos que se elaboraron con las CCAA el pasado mes junio. «Uno de vuelta a clase con 14 puntos que sigue vigente. Y otro, elaborado con Sanidad sobre prevención e higiene», ha explicado.

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Como ha reconocido la ministra, la pandemia «no ha evolucionado durante agosto de modo positivo» de ahí la importancia de la reunión con los consejeros de Educación de las comunidades autónomas de este jueves, en la que estarán presentes los ministros de Sanidad, Educación y Formación Profesional, y Política Territorial.

«La reunión de mañana aborda cuestiones ya planteadas, no se parte de cero, hay algún ajuste en términos de revisión pero el plan de junio sigue vigente», ha insistido la ministra aunque ha avanzado que quieren «ajustar cuestiones como el uso más o menos generalizado de la mascarilla». En este punto, ha apostado porque sea «más generalizado y a partir de los 6 años».

También ha indicado que se tomará la temperatura a los alumnos antes de empezar las clases, un hecho que se «podrá hacer a la entrada, se puede pedir a los padres o se puede medir en las aulas». «Trabajamos en un modelo combinado», ha señalado, al tiempo que ha afirmado que también habrá geles en las aulas para que alumnos y maestros se puedan lavar las manos.

«Son cuatro reglas: ventilación, limpieza de manos, protección personal y distancia. Son las mismas reglas en todos los lugares», ha señalado la ministra, en alusión a otros países de la Unión Europea donde ya han comenzado las clases. «Todos estamos en esa adaptación de las medidas según la realidad que vamos a vivir en el ámbito escolar», ha aclarado.

Al ser preguntada por el protocolo a seguir en caso de detertase un posible caso ha explicado que «lo primero» es la detección precoz. «Una vez detectado se notifica al centro de salud que define qué hacer. El profesor lo saca del grupo con mascarilla y lo aísla», ha indicado.

En cualquier caso, ha reiterado que las escuelas tienen que estar abiertas porque «hay un derecho del alumno a ser educado». «Tienen que permanecer abiertas con controles y seguridad y que haya un entorno escolar seguro que permita a las familia tranqulildad», ha insistido.