La ministra de Educación, Isabel Celaá, durante su intervención en el pleno del Congreso. | Ballesteros

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La mayoría de los grupos de la oposición en el Congreso criticaron aspectos de la reforma educativa defendida por la ministra Isabel Celaá, que se tramita cuando está vigente el estado de alarma, pero el texto sigue su curso tras rechazarse las enmiendas totales de PP, Vox y Ciudadanos.

En el primer examen en el Parlamento de la Lomloe o ‘ley Celaá’, todos los partidos, excepto UPN y Foro Asturias, votaron en contra de devolver el texto al Gobierno, como pedían los tres partidos citados. Las enmiendas a la totalidad fueron rechazadas por 153 votos a favor y 195 en contra.

Celaá aseguró que los argumentos usados para enmendar la reforma «no responden al contenido» del proyecto de ley orgánica de Modificación de la LOE, pues sí se respeta la formación religiosa, la enseñanza del castellano o los centros concertados y los de Educación Especial.

«Rechazar este proyecto de ley supone defender el mantenimiento de una ley que ha dado cobertura normativa a la política de recortes», recalcó la ministra.

Objetivos

Celaá concretó varios objetivos de esta ley «necesaria», como reducir el abandono escolar temprano, cambiar el currículo, fortalecer la autonomía de los centros o mejorar la evaluación.

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«Esta ley se compromete con la mejora de la financiación pública de la educación» y con un esfuerzo inversor que «va más allá de coyunturas económicas o políticas», aseveró la ministra.

Precisamente, tramitar la LOMLOE durante la coyuntura que se vive por la crisis del coronavirus se echó en cara a la ministra por las portavoces de Educación del Partido Popular, Vox y Ciudadanos, Sandra Moneo, Georgina Trías y Marta Martín, respectivamente, quienes coincidieron en considerar que lo que importa a las familias ahora es asegurar la vuelta al cole.

Moneo anunció que, cuando los 350 diputados puedan ir al Parlamento, el PP presentará una alternativa a la Lomloe y recalcó que esta reforma rompe el pacto constitucional en materia educativa y coarta libertades.

Trías opinó que la ‘ley Celaá ‘adoctrina, da la espalda a la libertad y «hoy no toca», cuando los niños no pisaron los centros desde hace tres meses. Marta Martín rechazó que deje en manos de los nacionalistas el porcentaje de horas de estudio en castellano.

La Conferencia Episcopal Española pide más «espacios de libertad»

El vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española, Carlos Osoro, reconoció su preocupación por la reforma educativa y apuntó a la necesidad de generar más «espacios de libertad» y un mayor diálogo en torno a la misma.

El cardenal Osoro explicó que preocupan asuntos como la situación económica, la crispación política y la ley de educación. En opinión del también arzobispo de Madrid hace falta diálogo en torno a la nueva ley de educación: «Tenemos que generar siempre espacios de libertad».