El líder del Partido Popular, Pablo Casado (izq), mantiene una videoconferencia con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en Madrid, el pasado 20 de abril. | Efe

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El Gobierno ha elevado la presión sobre el Partido Popular para que siga apoyando la prórroga del estado de alarma como ha venido haciendo hasta la fecha y ha advertido al partido de Pablo Casado que, si no lo hace, será responsable del «caos» que pueda producirse o de los rebrotes de la pandemia.

A dos días de que el Congreso debata y vote si autoriza la nueva prórroga y cuando el Gobierno no cuenta aún con los apoyos suficientes para sacarla adelante, el líder del PP, Pablo Casado, ha dicho esta mañana que mantener el estado de alarma a partir del 10 de mayo «no tiene sentido», y su partido, por tanto, no puede apoyar esa nueva prolongación.

En la entrevista en Onda Cero en la que lo ha anunciado, Casado no ha querido aclarar si los populares, que hasta este momento han dado su apoyo al estado de alarma y a las tres prórrogas anteriores, plasmarán su nueva posición en una abstención o con su voto en contra.

La posición del PP aumenta la incertidumbre sobre la votación del miércoles, porque tampoco está claro que el PNV siga apoyando este instrumento, como tampoco es seguro que Esquerra se siga absteniendo y no cambie al no.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha hablado este lunes con Casado durante cerca de una hora, pero no ha conseguido convencerle de que siga apoyando la alarma.
Según ha comentado después en rueda de prensa el ministro de Transporte, José Luis Ábalos, Sánchez ha avisado a Casado de que si el PP no apoya la prórroga y el estado de alarma decae, puede llevar a España a «un caos sanitario y económico».

El ministro ha reclamado al PP que no actúe con la intención de «debilitar» al Ejecutivo y ha advertido también de que el principal partido de la oposición «no se puede abstener», porque eso sería lo mismo que hacen partidos como Vox, que «no están comprometidos con la gobernanza» y que sólo buscan el citado caos o «el fin de todo».

Ha reclamado al PP que diga «qué pretende» con esta estrategia y ha añadido que espera que el partido de Pablo Casado no vaya «de farol» en un asunto «tan serio como éste» y cuando no se debe pensar en «jugadas políticas» sino en decisiones que vayan en interés del conjunto de la ciudadanía.

«Mejor no hacer experimentos que nos pueden llevar al caos», ha dicho, por su parte, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, para quien el estado de alarma es «imprescindible» tanto «para seguir controlando la epidemia» como para que en caso de que haya rebrotes se puedan «reactivar mecanismos» que han demostrado ser eficaces.

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Porque la alarma, como han recordado tanto Illa como Ábalos, es el único instrumento que tiene el Gobierno para mantener las restricciones de movilidad de los ciudadanos.

Y no contar con esa herramienta, ha reiterado el ministro de Transporte, puede acabar condenando al país a «un caos del que algunos se tendrían que hacer responsables».

El también secretario de Organización del PSOE ha asegurado que el Gobierno está hablando con el resto de las fuerzas políticas para recabar apoyos a la prórroga, pero ha insistido en dirigir su mensaje al principal partido de la oposición, que además gobierna en varias comunidades y es por tanto «corresponsable» en la gestión.

Ha subrayado que la alarma debe seguir activa para permitir las restricciones de movilidad en caso de que el inicio de la desescalada provoque un repunte de contagios y también para que se mantengan medidas como los ERTE por fuerza mayor. Sin la alarma, «la razón de fuerza mayor no quedaría amparada», ha dicho.

No lo tiene fácil el Gobierno, en cualquier caso, para lograr que el Congreso autorice una nueva prórroga, y deberá seguir hablando con los partidos de aquí al miércoles.

Empezando por el PNV, un partido que según su presidente, Andoni Ortuzar, «más que estar en el no, no está en el sí» en este momento.

Ortuzar ha dicho esta mañana en Radio Euskadi que el PNV defendería una prórroga si se implanta un sistema de «cogobernanza», que respete las instituciones naturales y las competencias de cada uno.

Los socialistas llevan desde la semana pasada hablando con PNV y ERC sobre la prórroga. Esquerra se ha abstenido en todas las votaciones anteriores sobre el alarma, aunque esta vez advierte de que votará no si no se garantiza que la Generalitat recupera competencias y participa en la toma de decisiones.

Así las cosas puede ser muy relevante el papel de Ciudadanos en esta votación. El partido naranja, con diez diputados, ha apoyado la alarma y sus prórrogas hasta ahora, aunque aún no ha decidido su voto para el miércoles, dependerá del resultado de la conversación que su líder, Inés Arrimadas, espera tener con Sánchez.