El ministro de Consumo ha defendido la elaboración de un plan que ayude a las familias a elegir alimentos más sanos. | Pixabay

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El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha anunciado que a lo largo de la legislatura se va a aprobar un plan integral de consumo saludable, seguro y sostenible que permitirá impulsar el sistema de etiquetado frontal sobre la calidad nutricional de los alimentos y aumentar la fiscalidad en los productos menos saludables.

Durante su comparecencia en la Comisión de Sanidad y Consumo, el ministro ha recordado, al igual que lo hizo este jueves el ministro de Sanidad, Salvador Illa, en la misma comisión, la «enorme preocupación» que tiene el Gobierno con el aumento de los malos hábitos alimentarios entre la población y, especialmente, entre los más jóvenes.

Y es que, tal y como ha señalado, la obesidad y el sobrepeso, enfermedades derivadas de una mala alimentación, reducen hasta 10 años la esperanza de vida y provocan un gasto en el sistema sanitario de hasta el siete por ciento.

Por este motivo, el ministro de Consumo ha defendido la elaboración del plan en el que, entre otros aspectos, establece la introducción del etiquetado frontal sobre la calidad nutricional de los alimentos, ya que en países que ya lo han implantado, como por ejemplo Chile, Francia o Portugal, se ha demostrado que ayuda a las familias a la hora de elegir alimentos más sanos.

«En España no hay nada implantado. Queremos seguir las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud y poner en marcha un sistema de etiquetado frontal que incorpore la información nutricional para ayudar en la toma de decisiones de consumo saludable. Estamos estudiando con rigor las ventajas e inconvenientes de cada uno de los modelos para ver cuál sería el más adecuado para implantar en España», ha aseverado en la Cámara Baja el ministro de Consumo.

Asimismo, la iniciativa establecerá medidas relacionadas con la fiscalidad, con el fin de incentivar el consumo de productos saludables y, por ende, desincentivar el de aquellos «con cierta nocividad» para la salud. No obstante, Garzón ha destacado la importancia de hacer un «buen modelo fiscal» para que no haya «externalizaciones negativas».

Otros de los ejes en los que va a pivotar el nuevo plan serán la regulación de la publicidad dirigida a los menores, y la puesta en marcha de campañas de formación e información para que los ciudadanos sean «conscientes» de los riesgos y costes que tiene consumir productos no saludables.

En la lucha contra la obesidad infantil el Gobierno, como ya lo anunció Illa este jueves, va a aprobar también un Plan contra la Obesidad Infantil, que contará con la participación de los ministerios de Consumo y Agricultura, y que se basará en la limitación de la publicidad sobre alimentos y bebidas poco saludables dirigidas a los menores, y en garantizar los requisitos de calidad nutricional y sostenibilidad de los servicios de restauración de los centros educativos, sanitarios o residencias de mayores.