Los socios de Gobierno Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se saludan. | Juan Carlos Hidalgo

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Pedro Sánchez ha logrado ser investido presidente del Gobierno en el quinto intento y por una ajustada mayoría simple: 167 votos a favor, 165 en contra y 18 abstenciones. Si le ha costado conseguir sacar adelante la investidura, seguro que el socialista tiene muy presente que lo difícil viene ahora.

En este sentido, los apoyos que ha recabado Sánchez son para la investidura, ya que para el Gobierno sólo cuenta con los 120 diputados del PSOE y los 35 de Unidas Podemos. El resto de apoyos los tendrá que negociar en cada votación y unos pondrán más dificultades que otros.

ERC ya le ha advertido que no se lo pondrá fácil. «Si no hay mesa de diálogo, no habrá legislatura», espetó el portavoz republicano, Gabriel Rufián, durante su intervención en el Congreso el pasado sábado. Además, la diputada de ERC, Montse Bassa, ha asegurado este martes que «me importa un comino la gobernabilidad de España».

Ante este panorama, el nuevo Gobierno no lo tendrá nada fácil, ya que necesitará los votos de los republicanos para sacar adelante sus propuestas. Cabe recordar que ERC dejó caer al anterior Gobierno de Sánchez, ya que votó en contra de sus presupuestos y el socialista tuvo que convocar elecciones.

La oposición tampoco se lo pondrá fácil a Sánchez y una prueba de ellos es el tono que han utilizado en el debate durante estas sesiones de investidura. El presidente de PP, Pablo Casado, no ha dudado en llamar «ultra» a Sánchez y le ha advertido que tendrá que «romper España» o dejar de gobernar.

El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha asegurado que el Gobierno de Sánchez cuenta con el beneplácito de ETA, al tiempo que ha calificado de «ilegítimo» al Gobierno de Sánchez e Iglesias.

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El nuevo Gobierno nace cuestionado por el tiempo que durará. Sin embargo, dependerá de la capacidad de resistencia de Sánchez e Iglesias, puesto que las derechas no cuentan con los apoyos necesarios para ganar una moción de censura.

Socialistas y podemitas quieren demostrar a los ciudadanos que su Ejecutivo no es tan malo como lo ha pintado la oposición, sino más bien todo lo contrario, que defiende los intereses de los ciudadanos, especialmente de los más vulnerables.

Está por ver también lo que dura la 'luna de miel' que viven Sánchez e Iglesias. Tarde o temprano surgirán los celos entre ellos y la defensa a ultranza que Podemos ha realizado del socialista irá perdiendo fuerza.

Tampoco se prevé que esta legislatura sea tranquila para la Monarquía. En la sesión de investidura del sábado la portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, criticó al Rey desde la tribuna de oradores del Congreso.

PP y Vox salieron en defensa del Rey. El portavoz del PNV, Aitor Esteban, y el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, han advertido que esto puede perjudicar más a Felipe VI que beneficiarlo, si se vincula directamente con la derecha y se opone a la izquierda.

No obstante, todo parece indicar que las críticas de Aizpurua al Monarca no serán las últimas de la legislatura.