El líder del PSOE y presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez. | FERNANDO VILLAR

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Tras recibir el encargo del rey, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, se someterá a su tercera investidura en poco más de tres años, las dos primeros fallidas, ya que en ninguna de esas dos ocasiones, en marzo de 2016 y en julio pasado, consiguió la mayoría del Congreso para ser investido.

Paradójicamente y pese a no haber salido victorioso hasta ahora en ningún debate de investidura, Sánchez es presidente del Gobierno desde junio de 2018 gracias a que es también el primer jefe del Ejecutivo que ha llegado al Palacio de la Moncloa gracias a una moción de censura.

El secretario general del PSOE es el séptimo candidato que se somete a una investidura en democracia tras Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo-Sotelo, Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy.

Una vez que el rey ha hecho el encargo a Sánchez, no hay un plazo establecido para pasar el examen del Congreso y someterse al debate de investidura.

Será la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, quien, de acuerdo con el candidato, fije la fecha del pleno.

Sánchez había manifestado su deseo de formar nuevo Gobierno antes de que acabara el año, aunque después de que haya anunciado una ronda de conversaciones con todos los partidos y presidentes autonómicos que se iniciaría la semana que viene, todo indica que ese debate de investidura no podrá ser antes de enero.

De hecho, lo esperable es que Sánchez no se decida a acudir al Congreso hasta que tenga garantizados los apoyos, aunque desde las elecciones de diciembre de 2015, cuando se han sucedido tres comicios generales y otros cuatro debates de investidura, ha habido todo tipo de ejemplos.

La primera vez que Sánchez se sometió a un debate de investidura se produjo en marzo de 2016 después de las elecciones de finales de 2015 en las que, como ahora, ningún partido consiguió una mayoría clara.

A diferencia de ahora, el PSOE fue el segundo partido más votado, por detrás del PP y por debajo de los cien escaños, aunque la renuncia de Rajoy a someterse a la investidura pese al encargo del rey, hizo que Sánchez diera un paso adelante y decidiera ser él que optara a ser presidente del Gobierno.

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El rey le propuso como candidato el 2 de febrero y el debate de investidura comenzó el 1 de marzo.

Aquella vez, el líder del PSOE escogió como socio de investidura a Ciudadanos, con quien firmó un acuerdo que no fue suficiente para ser investido, ya que los números no llegaban.
En la votación, Sánchez solo obtuvo 131 síes, los del PSOE, Ciudadanos y Coalición Canaria y el rechazo del resto de la Cámara.

Aquella investidura fallida puso en marcha el reloj constitucional que abocó a la repetición electoral del 26 de junio de 2016.

El PP volvió a ganar las elecciones, reforzando su liderazgo parlamentario y el PSOE y Podemos vieron mermados sus apoyos, después de no haber conseguido ponerse acuerdo para sellar un acuerdo conjunto antes de la repetición electoral.

Con esta repetición electoral Mariano Rajoy ya sí dio un paso adelante y el rey le propuso candidato el 28 de julio.

El entonces líder del PP esperó otro mes, hasta finales de agosto para someterse al examen del Congreso del que no salió victorioso, ya que su investidura fue rechazada en la votación del 2 de septiembre por 170 votos a favor y 180 en contra.

De nuevo el reloj de la repetición electoral se puso en marcha aunque esta vez la abstención del PSOE -con la salida abrupta de Sánchez- permitió que Rajoy fuera investido el 29 de octubre, cinco días después de que el rey lo volviera a proponer como candidato.
Llegaron las elecciones del pasado 28 de abril y era el PSOE de Pedro Sánchez quien ganaba los comicios. Más de un mes después y pasadas las elecciones europeas, municipales y autonómicas de finales de mayo, el 6 de junio el líder del PSOE recibía el encargo del monarca.

Casi dos meses después, el 25 de julio, y tras fracasar de nuevo las negociaciones con Unidas Podemos, Pedro Sánchez era derrotado en una investidura por segunda vez.
Pasado el verano, y sin que se atisbara una posibilidad de investidura, el rey decidió no proponer a ningún candidato, lo que llevó a la segunda repetición electoral de la democracia, celebrada el pasado 10 de noviembre.

Con la propuesta del rey de este miércoles, Pedro Sánchez tiene ahora una tercera oportunidad para lograr ser investido, la tercera en tres años.