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El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha asegurado este viernes sobre el abogado José Manuel Calvente que fue despedido por «un caso de acoso sexual muy grave» y ha retado a «todo el que acuse a Podemos» de haber cometido irregularidades o delitos a ir «a los tribunales y que diriman».

Antes de acudir al acto de conmemoración del Día de la Constitución en el Congreso, Pablo Iglesias ha respondido así a los periodistas que le han preguntado por el despido el lunes del hasta entonces responsable de Protección de Datos del partido, tras abrirle un expediente por un supuesto acoso sexual y laboral a una trabajadora.

La dirección morada confirmó este extremo después de que una abogada del equipo de Calvente y responsable de Cumplimiento Normativo en la formación, Mónica Carmona, dirigiera una carta al Consejo Ciudadano Estatal, publicada en varios medios, en la que aseguraba que ambos habían sido víctimas de represalias por investigar irregularidades en Podemos.

El propio Calvente ha avanzado a EFE que presentará una querella por calumnias dirigida, entre otros, contra el secretario de Organización, Alberto Rodríguez, la diputada Ione Belarra y la gerente, Rocío Val, a quienes acusa de «construir pruebas falsas» para justificar un despido que él atribuye a haber querido investigar las «corruptelas» de Podemos.
Calvente niega que sean ciertas las acusaciones del partido de Pablo Iglesias, y que se recogen en la carta de despido que recibió el lunes, un documento de unos 20 folios -según ha podido comprobar EFE- que contiene documentación y mensajes para probar ese presunto acoso sexual, que derivaría después en acoso laboral a dicha empleada, según fuentes de la dirección morada.

El abogado, que trabajaba para Podemos desde 2014, niega todos los hechos e insiste en denunciar una persecución desde hace meses después de haber intentado aclarar algunas irregularidades que se detectaron tras recibir varias denuncias internas sobre contratos o despidos.

Entre ellas, menciona también la existencia de «sobresueldos» no regulados en Podemos e «indicios de criminalidad» en algunas actuaciones de la formación morada que requerían «corrección», como la «manipulación de las primarias para beneficiar a determinados candidatos» o el incumplimiento de la normativa de protección de datos.

Desde la dirección morada desmienten a EFE tajantemente esas acusaciones e insisten en que se ha producido «un despido por acoso sexual y laboral a una trabajadora». E