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Numerosas mujeres que asistían al acto en conmemoración del Día contra la Violencia de Género han abandonado el salón de actos de Cibeles durante el discurso del portavoz de Vox en el Consistorio, Javier Ortega Smith, quien ha llamado a «romper el silencio negacionista».

Además de abandonar la sala, varias de ellas se han levantado al grito de «vergüenza» y han pisoteado el suelo en señal de protesta aparte de proferir abucheos dirigidos al dirigente de Vox. Una mujer, al terminar Ortega Smith su intervención, ha pedido «respeto para las mujeres» entre lágrimas.

No ha dudado tampoco en encararse a Ortega Smith la vicealcaldesa, Begoña Villacís, quien le ha llamado la atención sobre el tiempo de más que estaba dedicando a su intervención, y él ha respondido que dejara «el diálogo para el Pleno».

Durante su intervención, Javier Ortega Smith ha afeado el riego con dinero de «asociaciones que son chiringuitos», y ha propuesto a madrileños y españoles «que se sumen a un gran pacto contra el consenso del silencio negacionista que quiere negar la realidad».

No han tardado en levantarse asistentes y en abandonar el acto entre gritos de «vergüenza» o portando carteles con frases como 'Nos están matando'. Conforme ha avanzado la intervención del portavoz de Vox más mujeres han comenzado a aumentar las protestas, llegando a patalear en el suelo para impedir que se escuchara la intervención.

«La violencia, la amenaza y el crimen hay que combatirlo siempre, sin intentar callar las voces; hay que contar la verdad y decirla sin miedo, porque es el principal aliado de los agresores», ha continuado.

Y es que, Ortega Smith ha asegurado que «ese consenso del silencio negacionista» niega que «hay mujeres que están desprotegidas en ese Pacto de Estado, mujeres que sufren violencia de su pareja lesbiana, como por ejemplo Ana María, que clavó un cuchillo en el corazón de su pareja».

Para entonces, la mayoría de los asistentes se había levantado, otras muchas se habían enfrentado a él, como la propia Villacís, y finalmente ha terminado entre abucheos y sin aplausos.