El magistrado Manuel Marchena, a su llegada este lunes al Tribunal Supremo que tiene previsto hacer pública la sentencia en la que condena por un delito de sedición a nueve de los doce líderes independentistas juzgados por el 'procés', en concurso con otro de malversación en el caso de los exconsellers presos. | Efe

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El presidente de la sala que ha juzgado el procés independentista en el Tribunal Supremo, Manuel Marchena, llegó este lunes al palacio de justicia situado en la plaza de la Villa de París a las 8.20 de este lunes, y pocos minutos después fueron llegando el resto de los que han juzgado este caso, que podrían firmar ya y dar a conocer la resolución que, según el acuerdo alcanzado entre todos ellos, califican de sedición los hechos ocurridos durante el otoño de 2017 en Cataluña.

A esa hora decenas de periodistas esperaban ya con expectación la resolución tanto en las proximidades del edificio -en especial los televisivos, para poder realizar entradas en directo- como en la biblioteca del Tribunal Supremo, habilitada especialmente para la prensa en esta jornada al igual que ocurrió durante las 52 jornadas del juicio.

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Al primero que pudo verse entrando al tribunal fue a Marchena, seguido de Andrés Martínez Arrieta, que portaba un gran fajo de papeles, tras el cual pudo verse entrar a Luciano Varela, y Andrés Palomo, ya pasadas las ocho y media de la mañana. En la plaza, donde se sitúa un parque infantil y otro para mascotas, algunos ciudadanos se encontraban paseando a sus perros, ajenos a toda esta expectación.

Tampoco hay montado un especial dispositivo de seguridad en torno al Supremo como sí existió durante la celebración del juicio, aunque en la calle, y alrededor de edificio, continúan las vallas que no se han quitado desde el final de las sesiones y sí podían verse agentes de la Policía Nacional y vehículos que habitualmente cumplen estas funciones en el lugar, donde además del Supremo se encuentra la Audiencia Nacional y el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.