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El vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado (Cs), ha acusado al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, de reírse de las comunidades por la financiación autonómica, tras apuntar que Hacienda no ha notificado a Madrid que tenga previsto desbloquear importes para las regiones.

«Sánchez y su Gobierno se están riendo de las comunidades autónomas. Se ríen de los consejeros de Hacienda y de los españoles. En el caso concreto de Madrid no hemos recibido ninguna instrucción, ninguna comunicación por parte del Gobierno de España», ha dicho tras publicar este sábado el diario El País que el ministerio podría desbloquear en los próximos días 4.500 millones de euros.

Aguado ha hecho estas declaraciones a los medios de comunicación durante la celebración de la segunda edición de los Juegos Parainclusivos de la Comunidad de Madrid, en el polideportivo Dehesa de Navalcarbón de Las Rozas.

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El también secretario de Política Autonómica de Ciudadanos ha considerado que no es de «recibo» que lo comuniquen primero a los medios de comunicación y ha tachado de «irresponsable» y «poco lógico» que se intente hacer «campaña electoral» con el dinero que corresponde a la Comunidad de Madrid, región a la que, en sus palabras, Pedro Sánchez sigue «estrangulando».

Aguado ha recordado al presidente del Gobierno en funciones que «debe» a la región 1.237 millones de euros que no llegan por una «razón partidista, electoralista y es un mecanismo para sacar rédito electoral».

Según el Gobierno madrileño, los fondos pendientes que la Comunidad de Madrid debe recibir del Gobierno central ascienden a un total de 1.237 millones de euros: 732,9 millones por el incremento de las entregas a cuenta del ejercicio de 2019; un total de 377 por la liquidación del IVA de diciembre de 2017 que no se abonó como venía siendo habitual y quedó pendiente; y 127 de la subvención del Consorcio Regional de Transportes.

En el caso de los 732,9 millones de las entregas a cuenta, el bloqueo del abono repercutirá negativamente en el cumplimiento del objetivo de déficit para este año, que se sitúa en el 0,1 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) y, a corto plazo, podría provocar tensiones puntuales de tesorería que incidirán en el período medio de pago a los proveedores.