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La plataforma Uber, dedicada a establecer contactos entre usuarios y vehículos con conductor (VTC), ha anunciado este jueves que dejará de operar en Valencia el sábado, cuando entra en vigor un nuevo decreto que regula el sector, ante la incredulidad de los taxistas, convencidos de que no será así.

Para Uber, la obligatoriedad valenciana de esperar 15 minutos para contratar una VTC es una restricción incompatible con la inmediatez de su servicio, mientras que otras plataformas similares, como Cabify, seguirán operando con normalidad tras adaptar su modelo de negocio a la nueva legalidad.

Para Cabify, «los usuarios tan solo tendrán que aceptar unos nuevos términos y condiciones por los que contratarán un nuevo servicio de transporte a través de la aplicación y, transcurridos los primeros 15 minutos desde esa aceptación, podrán solicitar su siguiente trayecto», ha informado en un comunicado.

La empresa española asegura que con su decisión «reafirma su compromiso con la ciudadanía, el empleo y los 300.000 usuarios que tiene registrados en la Comunitat Valenciana, alumbrando una solución que implica, sin embargo, la asunción de un mayor riesgo empresarial y mayores costes operativos para la compañía».

Cabify considera que las condiciones impuestas por la Generalitat, que entran en vigor el 1 de junio, «en nada benefician ni a la ciudadanía ni a los usuarios» y recuerda que ha presentado una denuncia por su supuesta inconstitucionalidad.

Sobre este mismo asunto, la asociación de profesionales del alquiler de vehículos con conductor Unauto VTC ha lamentado la pérdida de empleo y el perjuicio al ciudadano que a su juicio supone la entrada en vigor del mencionado decreto.

Para Unauto VTC, «esta normativa pone en alto riesgo muchos de los trabajos directos que crea el sector, sin contar con los que ya se han perdido por estas restricciones», y advierte de que la Comunitat se enfrenta a unos «costes de expropiación de al menos 166 millones de euros».

Por su parte, el responsable de la Confederación de Taxistas Autónomos, Fernando del Molino, desconfía del anuncio de Uber sobre su cese de actividad en la capital valenciana y cree que esta firma seguirá operando.

«Sabemos que no se van a ir, sino que van a intentar monopolizar el transporte en las ciudades, aunque la legislación que entra en vigor, que a nosotros se nos queda corta, se lo impide en parte, ya que les obliga a cumplir ciertas reglas», ha declarado a EFE.
Preguntado al respecto, el alcalde de Valencia, Joan Ribó, ha manifestado que Uber no es un servicio público y que, por tanto, no está «nada preocupado» por la decisión de la compañía de dejar de operar en la ciudad.

«Pensamos que el taxi es un servicio público y Uber no es un servicio público, y por tanto, primero el servicio público y luego, las otras cosas», ha agregado.

Posteriormente, Unauto ha reprochado a Ribó su falta de preocupación por «cientos de trabajadores» que se verán afectados por la marcha de Uber de la ciudad y ha defendido que las VTC también prestan un servicio al público.

«El taxi no es ningún servicio público sino que, como los vehículos de alquiler con conductor, se trata de un servicio al público, por lo que las VTC tienen el mismo derecho a ofrecer servicios de movilidad que los taxistas», ha defendido la asociación de profesionales del alquiler de vehículos con conductor.

Consultada al respecto por EFE, la Generalitat no ha hecho comentario alguno sobre la decisión de Uber.