Mario Conde. | MARISCAL

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La Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha confirmado el archivo de la investigación contra Mario Conde y otras 17 personas por supuesto blanqueo de fondos procedentes de las apropiaciones indebidas por las que el expresidente de Banesto fue condenado.

De este modo, los magistrados de la Sala confirman la decisión que el juez instructor del caso, Santiago Pedraz, tomó el pasado mes de octubre y desestiman el recurso que presentó la Fiscalía Anticorrupción, al que se adhirió la Abogacía del Estado, el cual se basaba en que la investigación no había finalizado y, por tanto, consideraba prematuro el sobreseimiento.

Pedraz dictó el archivo provisional alegando que no se había acreditado durante la instrucción el blanqueo de 13 millones de euros repatriados por el banquero entre 1999 y 2014, dinero que según Anticorrupción, procedería de los fondos que sustrajo de Banesto.

La Sección Tercera afirma que la actividad delictiva de la que procedería el dinero presuntamente blanqueado, necesaria para la existencia del delito, deberían ser dichas apropiaciones indebidas y las defraudaciones a la Hacienda Pública por el no pago de tributos que gravarían los flujos de dinero que constituirían delitos fiscales cometidos desde 2008 en adelante.

Pero de lo investigado, añaden los magistrados de acuerdo con el juez instructor, lo que se ha demostrado es que esos flujos de dinero procedan de unos fondos depositados en dos cuentas de la entidad bancaria suiza Dreyfus Sons & Co Banquiers, pero que estaban allí «con anterioridad a que ocurrieran las sustracciones de fondos por las que Mario Conde fue condenado como autor de los delitos de apropiación indebida» de Banesto.

Según explica el auto de la Sala, esta es la conclusión que se obtiene a través del contenido de las comisiones rogatorias enviadas a Suiza y obrantes en la causa, por lo manifestado por dos peritos, así como del propio texto de las sentencias dictadas en los casos Argentia Trust y Banesto.

Aunque los magistrados reconocen que las diligencias de investigación no se han finalizado completamente, también opinan que «han devenido innecesarias a la vista del resultado de las ya practicadas», circunstancia que les lleva a confirmar el archivo de actuaciones.

El informe de uno de los peritos citado en el auto, con el examen de todos los movimientos bancarios de las dos cuentas mencionadas, expone que los ingresos se habrían producido en marzo de 1987 y 1983, que Conde atribuye a la venta de la sociedad Antibióticos y al cobro de unos honorarios de intermediación en la venta de Laboratorios Abelló, «antes pues de que empezara a trabajar» en Banesto.

Los magistrados remarcan que no tienen «razones para dudar» de este informe pericial, ya que sus conclusiones se corresponden con la investigación llevada a cabo por la entidad suiza sobre el origen de los fondos --sabiendo ya las condenas que había cumplido Conde-- y que se plasma en un memorando enviado por las autoridades suizas junto con toda la documentación bancaria.

Los fondos que Mario Conde enmarca en la venta de Antibióticos y la intermediación en Laboratorios Abelló no proceden, concluyen los magistrados, no proceden de «una actividad delictiva», como tampoco se han acreditado los delitos contra la Hacienda Pública o de frustración de la ejecución que se investigaban en el juzgado que dirige Pedraz.